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ISSN 2420-997X

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www.ildialogo.org Isla Negra7/290,

Isla Negra7/290

Casa de poesía y literaturas


agosto – 2011
suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione.
Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO
revistaislanegra@yahoo.es - http://revistaislanegra.fullblog.com.ar/ - http://revistaislanegra.wordpress.com/
“Todo lo que briya aquí
es oro y plata de ayá…”

 

Martín Micharvegas - Del libro inédito "Parajodidísimas"( Bs.As. - Madrid // 2006- 2010 ), escrito en fonética rioplatense

 

Antonio Preciado
Esmeraldas, Ecuador - 1941
Espantapájaros
Alguno de nosotros ha querido mezclar
en esto de nosotros
a un extraño,
y le dijo al oído nuestros nombres,
de qué lado dormimos,
los sueños que soñamos,
el agua que bebemos,
e1 camino que andamos
con mayor certeza,
el cadáver que aguarda a cada uno
al final de sus pasos.
Hay pues entre nosotros
alguien que se ha torcido
y nos ha traicionado,
alguien que por el lado del abismo
sacó los trapos sucios al espacio,
alguien tan bueno,
bueno,
alguien tan desleal con sus pecados
que al reverso de su hombre siempre ha sido
algo así como un ángel desplumado.
Y yo temo a los ángeles lo mismo
con plumas o sin plumas
con alas o con brazos
así que ¡salgan de mí pronto
el ángel desde arriba
y el ángel desde abajo!
que aquí se salva el mundo
mundo
mundo,
pues yo me quedo al pie de este poema
como un descomunal espantapájaros
La puerta de la poesía no tiene llave ni cerrojo: se defiende por su calidad de incandescencia. Sólo los inocentes, que tienen el hábito del fuego purificador, que tienen dedos ardientes, pueden abrir esa puerta y por ella penetran en la realidad.”
                                                                                      Aldo Pellegrini
Eduardo Lucio Molina y Vedia
Buenos Aires— reside en México - 1939
Polo
                                          A Carlos Arienti, in memoriam

 

Palabras tumefactas,
mordedura interior,

 

balbuceos de mascullada muerte.

Sus tensos globos oculares
miraban otra cosa,
fijos en el umbral anhelante.
Trago amargo de la nada
que a todos espera.
Así, tendido
en la desnuda cama de hospital,
respiró últimas bocanadas de vacío
ese otro nuevo hombre,
para otro nuevo lienzo,
de la lección de anatomía.
Muchacho de barrio,
o sea, persona universal,
capaz de mano sincera
y odio preciso,
se jugaba la vida en voz baja.
El vino de los días
se le derramó por dentro
quemándole un hálito
de entrañas anegadas.
Después lo envolvieron estrechamente
en sábanas blancas,
como si pudiese escapar, o desparramarse
por los mundos que lo vieron desafiando
al sacro orden del absurdo.
No quiso vivir a medias, morir a medias.
Se fue del todo.
Siempre hay muchos como él.
Hoy, en los portales del IV Reich,
los pienso a ellos, a nosotros,
como el túnel que cavará la luz.
Están, estamos,
en cualquier esquina,
en el café o el aula,
en el taller, la fábrica,
la redacción de un diario,
los campos desbocados.
Somos, son,
los que nos jugamos la muerte,
los que siempre fuimos derrotados,
traicionados, para vencer al fin,
una y otra vez, 
la victoria segura de lo cotidiano.
La guerra afila su prueba de fuego.
Todo verdor renacerá.
Un buen día
todos los días (digo),
salvarán, salvaremos
al mundo.
       “La poesía del encuentro” / Cultura independiente en el segundo centenario. Edición: Floricanto / Ateneo Las Hespérides- 2011-
Roberto Ferrer Hernández
Cádiz, España - 1985
Amanece en un folio de papel
En la sombra de estos inocentes dibujos
existe una suerte de alquimia y memoria:
A b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z.
Con estas veintisiete letras
podemos gritar bajo el agua lo innombrable,
erizar al corazón,
intuir su pulso desafinado.
Entre estos escasos diez centímetros
podemos prenderle fuego al infinito,
morderle las uñas a la nada.
Con este puñado de símbolos
podemos abrir la flor cerrada,
orinar sobre la herida de los dioses.
Pero con ellos también podemos apagar la luz del mundo,
pulsar las teclas incorrectas del delicado juego,
y entonces, todo se convierte en grima y escombros.
                                                                                                                 De Grima y escombros
Lêdo Ivo
Maceió, Alagoas, Brasil – 1924
Aviso a los zopilotes amenazados de muerte
Aviso a los poetas
que cantan las estaciones:
en las favelas de Brasil
no hay primavera.
En São Gonzalo,
en la Gran Niteroi,
no hay alondras ni
ruiseñores.
Sólo zopilotes
que disputan con los hombres 
el pan de los basurales.
Cuidado, zopilotes,
con las turbinas de los jets
en el cielo azul.
                           “La poesía del encuentro” / Cultura independiente en el segundo centenario. Edición: Floricanto / Ateneo Las Hespérides- 2011-
Aitana Alberti
Argentina – Cuba
Primera fundación de Buenos Aires
¿Y fue por este río de sueñera y de barro
que vinieron las proas a fundarme la patria?
Jorge Luis Borges

Mi barrio dormitaba cerca del viejo río
que no acertaba nunca a agitar su corriente
Por las noches el agua me mojaba los sueños
y la cama salía dando tumbos bogando
Yo no sabía bien quién remaba sin tregua
ni veía las proas hendiendo lo insondable
La costa era un enigma de blandos matorrales
algún relincho iba marcándome las horas
Llegábamos a veces bajo la luna llena
afiebrados fantasmas de pequeño abolengo
La espada no tenía relumbrones de plata
en legajos mohosos escribimos la historia
A veces el Pampero ahogaba el horizonte
-nadie le había puesto su nombre todavía-
un turbión nos lanzaba hacia calles futuras
hincados en la tierra como ciegos buscábamos
Aquí marqué con sangre la raya de mi puerta
Aquí clavó la cruz el pecador barbado
Aquí se alzó un clamor de agónico silencio
Aquí morimos todos sin salvarse ninguno
Los caballos huían hacia los altos pastos
A veces me trepaba en los lomos humeantes
doblegué su estupor con mi talón desnudo
Hubo flechas ardiendo y lanzas en mi mano
A negra soledad olían nuestros cuerpos
Sobre las raudas torres éramos inmortales
Roque Dalton El Salvador - 1935 - 1975

El alma nacional

Patria dispersa: caes
como una pastillita de veneno en mis horas.

¿Quién eres tú, poblada de amos,
como la perra que se rasca junto a los mismos árboles
que mea? ¿Quién soportó tus símbolos,
tus gestos de doncella con olor a caoba,
sabiéndote arrasada por la baba del crápula?
¿A quién no tienes harto con tu diminutez?
¿A quién aún convences de tributo y vigilia?
¿Cómo te llamas, si, despedazada,
eres todo el zar agónico en los charcos?
¿Quién eres,
sino este mico armado y numerado,
pastor de llaves y odio, que me alumbra la cara?
Ya me bastas, mi bella
madre durmiente que haces heder la noche de las cárceles:
ahora me corroen los deberes del acecho
que hacen del hijo bueno un desertor,
del pavito coqueto un pobre desvelado,
del pan de Dios un asaltante hambriento.
                                                                                      
Penitenciaria Central, octubre 1960.( Taberna y Otros Lugares )


Daniel Muxica
Buenos Aires, Argentina – 1950 - 2009 La vírgula   La vírgula la gula dame un poquito de la virgen de la dame un más ¡más! por favor un poquito te lo quito                     tocame                     tocame                     ame a mí   dame la vírgula la coma                     no seas mala                     no seas mal a comida literal la litera el coma la vena el estertor del órgano en el orgasmo   dámela abierta esdrújula sin puerta húmeda administración de tintas adminículos para la escritura que deseo que voy a dejar en tu cuerpo   tracción del lápiz de arriba hacia me bajo al tajo ranurita espero                     que asomes la lengua                     que asumas tu lenguaje que me hables me pidas por favor a los gritos a vida el diminutivo encanto de una posible herida   virgo predicanta el cómo la concomitancia el ansia sin embargo el tilde es un mutis una inexplicable espera tempo tan compasado tan vaivén como la literatura y la fornicación qué intertexto hay en ese breve lengüeteo que separa las palabras que separa las piernas   que me habla bla bla bla bla bla bla ... que me ¡ah!   rayita de sol.
Antonio Cruz
Santiago del Estero, Argentina
IX
Todavía danzan en mi mente
las miradas descalzas
y el callado murmullo
de los algarrobales.

La tierra

latía de tristeza.

Aquella tarde
nuestro adiós era una pena
con las alas al viento
                                                      Del libro “Ashpa Súmaj” (2003)
Julián Centeya
Buenos Aires, Argentina – 1910 - 1974
Fulería
Como una mezcla de la Roca y Gina,
¡qué bomba la chabona que te cuento!
Se me acabó vivirla de lamento.
¡Con sacarola y bote... Dios qué mina!
Qué manera’e pararme. ¡Quién diría!
Con serva y todo y el güiquén corrido.
No me des una más, estoy servido,
yo me saqué la grande ¡mama mía!
¡Qué chao a la mishiadura! ¡Qué polenta!
Salgo de arrastro... acuso las cuarenta,
me la salvé de andar siempre en la vía.
Estaba en esto cuando de repente,
me sacudió la vieja dulcemente.
Cuando me desperté. ¡Qué fulería!
 “La Musa Mistonga” de Julián Centeya, seudónimo de Amleto Enrique Vergiati, (Ediciones Freeland, Buenos Aires, 1964)
Andrew Graham-Yooll
Buenos Aires, Argentina
Children’s stories
(London/Sheffield, May 2001)
1.
Trains are never on time,

Pero los tomamos sin chistar

We wait all our working lives

Para trasladarnos sin llegar.
Cabs take us where we are told,
Cobran por dar vueltas y demorar.
Trains are never on time:
Mienten, corren las agujas del reloj.
“Las manos de  los poetas cierran siempre las heridas
que abre la ira de los hombres...”
                                                                   
José Martí
Valerio Magrelli
Italia - 1957
Diez poesías escritas en un mes
Diez poesías escritas en un mes
no es mucho aunque ésta
fuera la undécima.
Tampoco los temas son distintos
al contrario hay un solo tema
y tiene por tema el tema, como ahora.
Esto para decir cuánto
queda a este lado de la página
y llama y no puede entrar,
y no debe. La escritura
no es espejo, sino
vidrio esmerilado de las duchas,
donde el cuerpo se agrieta
y sólo se vislumbra su sombra
incierta pero real.
Y no se reconoce quien se lava
sino sólo su gesto.
Por eso, qué importa
ver detrás de la filigrana,
si yo soy el falsario
y sólo la filigrana es mi trabajo.
                                                                                Ora Serrata Retinae, 1980. Traducción de Carmen Romero.
Ahmad al-Shahawi
Damietta, Norte de Egipto - 1960
Romero enamorado
La luna, sin una manzana,
está a oscuras.
La noche, sin una manzana esperando,
está desierta.
Las manos, sin una manzana respirando,
están inmóviles.
Un cuerpo, sin una manzana roja,
está averiado. 
Una manzana, sin labios,
está podrida.
Tu fruto me llamó
y yo peregriné.
Una sola vez no sirve a un hombre enamorado
que no encuentra tu camino.
                                                                     De Nadie piensa en mi nombre- Antología- 2011. Traducción de Mohamed Abuelata 
Leticia Herrera
Michoacán- México
Demagogia
En
el
principio
fue
el
verbo
y
sigue
siéndolo
                                                                                               De: Ver al volar, México, 1988
Héctor Celano
Buenos Aires, Argentina
Los híbridos
 
Con la sonrisa hueca
medida en el espejo
salen todos los días
erectos y puntuales
pulcros, finos, amables
Son machos circunspectos y hembras respetables
que van hacia la luz
pero sin ver la calle.
 
Se dicen clase media
que es una media clase
de gente que deambula
sin saber
en el fondo
qué divide las aguas
Son cultos ignorantes
higiénicos de alma
que concilian
señalan
publicitan la holgura desde tenues envases
te palmean el hombro
o te mandan en cana
con la misma frescura
con que rezan
o bailan
o hacen como hacen el amor de mañana
pulcros
finos
amables
si se quiere triviales
porque son presionables hasta en sus propias ganas
y cuidan de sus huertas
con un miedo adiestrado
al más fiel  ¡no te metas!.
 
Esta especie de héroes
de la empresa privada
de masters y bets sellers
breves con sus modales
tan falsos como exactos,
se irán acomodando
erectos y puntuales
cuando el zapato apriete
cuando las papas quemen
    y no quieran
cuando los tironeen
los pisen
los emplacen
y no sepan cubrirse
             o no puedan!!.
                                             -1983- De: Antes que el viento se apague -Bs.As.1989- y Umbral de la palabra -La Habana 2002- 
 
Maram al-Masri Maram
Latakia , Siria – 1962
 
Mi alegría y yo
esperamos
el aleteo de tus pasos.
Tania Alegría
Brasil
Evangelio de exorcismos
Vienes con el carisma, el verbo, el signo
y el gesto amable de amputar las sombras.
Impenitente emerges de otro abismo,
desde un lugar sin nombre en mis historias.
Te esperaba en el pórtico de gritos
en donde desordeno las demoras
cifrando un evangelio de exorcismos
en mi ritual secreto de ser sola.
Vienes como quien no, como quien pasa
y al azar se detiene y al acaso
se ve y se reconoce en mis espejos.
Desde hace siglos tramo una enramada
para enredar tus horas en mis manos
y enmarañar tu voz en mis silencios.
Gabriel Cacho Millet
Argentina - Italia
Jaramillo Pintor Latino-americano
Juan: 

te digo lo que ya sabes,

lo que un amarillo duende

te dijo, cuando le saliste al paso
por el bosque de Fiesole
con tus « medias lunas » encendidas,
por pobre, en la orinada tela
de un pañal de tu hija:
que has nacido pintor
como un árbol nace árbol,
como un caballo, caballo,
como una piedra, piedra.
Que América, la que cree en Jesucristo
y no habla todavía inglés,
sangra en tu paleta atravesada
por la última flecha de aquel indio
que un almirante se llevó a España
para mostrar al rey.
Que tu arte es un entrevero
de lanzas y azules
de verde y exilios
y grises agonizando.
Juan:
la siembra de tu pincel salta
el mar Océano. Y que diga
lo demás tu Cafetera y verdugo,
espía de teléfonos asesinos
que ordenaron: “dale café, mucho café”;
y en Granada, malherido por la espalda,
un poeta cayó muerto.
Juan:
te digo lo que ya sabes,
que has nacido pintor entre dos mundos.
Que Jano il bifronte te salve.
                                                                                    Fiesole, 1983
José Ángel Valente
Ourense, España - 1929 - 2000
Materia
 
Convertir la palabra en la materia
donde lo que quisiéramos decir no pueda
penetrar más allá
de lo que la materia nos diría
si a ella, como un vientre,
delicado aplicásemos,
desnudo, blanco vientre,
delicado el oído para oír
el mar, el indistinto
rumor del mar, que más allá de ti,
el no nombrado amor, te engendra siempre.
Bruno Jordán
España
Poeta pobre, viejo y feo
                                         (De un autorretrato)
Vencido y convencido
de que mis ideas
eran para mí
ideales
solo,
mientras tanto
las hice añicos.
Entre los trozos convivo ahora revuelto
por el suelo.
Luali Abdalahe
Sáhara Occidental
Trece

Un pájaro dibuja sus alas

en un cielo estéril.

El ruido de las olas
se esconde detrás de las rocas de la noche.
La guerra es un edema en el corazón de la patria
y un fusil se muere oxidificado.
La paz se estrella contra los ojos del viento
y el canto de las golondrinas
se hunde en la fragilidad del espejismo.
La esperanza levita en la otra pradera del sueño
y la añoranza dibuja un país con costas en
la memoria de mañana.
La anciana esperanza sigue ordeñando
el tiempo en los cántaros de la paciencia.
La frivolidad de los minutos que ya son pretérito
hace que las aguas del rocío se evaporen antes
de mojar los labios del amanecer.
                                                                                De Quince poemas saharauis
Jorge Castañeda 
Argentina
La médula del río -XXVI 
La luz del cuenco,
Mirador de dientes en almíbar,
Estalactitas de batallas antiguas,
La finalidad de la extracción
Es ampliar el dolor del guerrero.
Jorge Palma
Uruguay
¿Cuántos seremos hoy?
Las calles están repletas de ausencias
y los muertos sin sepultura
reclaman.
Nadie se anima a mirar la calle
donde cayó la muerte.
Tampoco nadie se anima a contar
los parientes dentro de cada casa.
En el silencio enlutado
álguien ha dicho: “¿Cuántos
de nosotros seremos hoy?”
Incertidumbre y dolor.
Oscuridad en las cocinas
donde nadie prueba bocado,
ni se anima a contar
con los dedos temblorosos
de una mano.
                                                    De Palestina y otros poemas
Gustavo García Saraví
La Plata, Argentina - 1920 - 1974
Belgrano
Entre lunas de barro y luz salada,
entre voces de luto y amargura,
descubriste de pronto la hermosura
de una antigua paloma inmaculada;
de una rosa de vientos, desplegada
como una anunciación de la aventura,
como un arcángel, como la ternura,
como una gloria azul inconquistada:
descubriste de pronto los colores,
fe de la fe y amor de los amores.
Un infinito corazón piadoso,
general de la pena y el desvelo,
adelantado fundador del cielo,
eternamente limpio y silencioso
Ricardo Molina
España – 1917 - 1968
Primavera de  1947
No es posible esquivar este cuerpo de tierra,
no es posible olvidarse de los ojos, los labios,
el cuello y las mejillas y los brazos y el pecho
y los pies y los muslos y el vientre y la cintura
y el alma repartida
por todo nuestro cuerpo
como el sexo,
una piel más sensible y brillante, un perfume
hondo como el deseo.
Arnold de Vos
Holanda - Italia
La Shoah de la poesía

No sueñes a los poetas. Déjalos

abandonados en la oscuridad

a tientas tortuosos
en busca de calles sin barrotes
en los callejones ciegos de la obsesión
todos en fila por la avenida
del olvido no obstante
la hecatombe de las palabras.
                                                                         Traducción de Isabel Ruiz Boggio
Luis Alberto Ambroggio
Argentina – Estados Unidos
La arqueología del viento
                                                                               A Macedonio Fernández
Busco la piedra de los poemas.
Busco algo que no huya de mi sombra
y en su paz disperse el eco.
Busco algo que permanezca después,
después del agua y de la aureola
quedándose sin irse,
sin sufrir los ultrajes y las pérdidas
de los caminos sueltos.
Busco algo que no altere
porque en su dureza hay
un solo número.
Busco la cifra callada
de los mil gritos,
víctima sin resignación,
escritura,
dignidad austera de presencia
donde vivan perennes
la libertad de la memoria y el deseo.
Busco algo que sea
al revés,
esencia que se pervierta
con la verdad,
contra el golpe infalible
del mensaje.
                                                                     De La arqueología del viento- Primera edición: marzo, 2011-Vaso Roto Ediciones, España – México
Juan Manuel Pérez Álvarez
Ourense, España - 1985
XVI
Lira del pensamiento
épica música del sentido,
que creas el fundamento
del mundo, sentimiento conocido,
paloma de la mente
hacia el nido del amor trascendente;
sé patria o paraíso
de morada transparente,
bebida del espíritu indiviso,
agua al fondo de la naturaleza,
donde el cuerpo de la emoción empieza.
                                                                                                De "Poemas de la Luz Invisible"
Vince Fasciani
Suiza – 1950
mis sueños tienen una inesperada continuación durante el día
bebo gimoteando mi café de la mañana
mi corazón bate más rápido cada vez que salgo de la casa
sin embargo la mayor parte del tiempo mi vida parece natural
acepto barajar las cartas y repartir de nuevo
creer en los buenos encuentros
abrir la caja negra que da fe de mi violento nacimiento
yo estaba muerto pero ahora me va claramente mejor
la vida y la muerte están transplantadas una en la otra
de entrada nómada y sedentario a la vez
este nudo umbilical me ha causado muchos problemas
mis dos personalidades tan alejadas una de la otra
pueden cohabitar cerca una de la otra
la corriente alterna es el tomacorriente de mi ideal
                                                                                                Traduccion de Carmen Lozano
Jacobo Regen
Quijano, Salta, Argentina - 1935
Poesía
Sin decirlo a nadie
seguiré despidiéndome.
Borrados los caminos,
sólo a la infancia
que me sobrevive
regreso alguna vez.
Y me quedo
de espaldas en la hierba
contemplando las luces absortas
que cantan para mí.
(El lamparón de Venus
pulido por el aire,
la Cruz del Sur caída en mi costado.)
Por eso fue.
Ya ciego,
porque no quise ver,
soy tu mendigo.
                                           de El vendedor de tierra, 1981
 
 
 
Antonio Cícero
Brasil
Canção do prisionero
Mesmo preso em minha cela
reconheço os passos dela.
Não costumo me enganar.
Ela vem bem devagar,
quase parando, e talvez
qualquer dia pare mesmo,
dê uma volta e era uma vez.
Ela finge andar a esmo
e de quatro em quatro passos
arrasta no chão o salto
de um dos seus sapatos altos.
Já está perto. Abro meus braços.
O carcereiro abre a cela
vizinha. Não era ela.
                                                     A Cidade e os Livros, Editora Record.
Martín Moureu
Ayacucho, Buenos Aires, Argentina -1981
¿Atropos salta o atlas soporta?

Como decir nudo al revés, un nudo desnudo,

ciego como los girasoles

como un pan con edad de piedra
como un centauro con cara de caballo
como un puto cuadrúpedo
ayudín ayudín
lima limón
es fauna pero
NO EL LEON ¿O como Analía
ARROZERES SERÉ ZORRA?
nunca un palito de la selva
¿perro ladrón, bagre sin afeitar?
¿quién se cree que es para ser eso?
bueno como el pan pero no engorda
como el pampero habla solo
como él solo ¿es o se hace?
                                                                                                     De SinTácticas
Nikola Madzirov
Strumica, Macedonia – 1973
Luz y polvo
Te encontraré en un momento
entre las cuatro estaciones,
cuando llevan a los niños de paseo,
y las almas regresan
como platos sucios en
una cantina obrera.

  No somos una religión

y nadie cree en nuestras

sagradas escrituras.

Nuestras miradas se esconden

en los pliegues de las cortinas,

que dejan pasar oraciones ajenas
y luz que cae.

¿Se tocarán nuestros ángeles

cuando nos abrazamos

en la oscuridad, alguien encenderá una vela
para proclamar un reino?
Somos la luz de una cerilla consumida
que se convierte en polvo
cuando alguien la toca.
                                                                 traducción de Marija Krstevska
Fiama Hasse Pais Brandão
Portugal – 1938 – 2007
Da voz das coisas
Só a rajada de vento
dá o som lírico
às pás do moinho
Somente as coisas tocadas
pelo amor das outras
têm voz.
Eugenio de Andrade
Portugal – 1923 - 2005
Adeus
Como se houvesse uma tempestade
escurecendo os teus cabelos,
ou, se preferes, minha boca nos teus olhos
carregada de flor e dos teus dedos;
como se houvesse uma criança cega
aos tropeções dentro de ti,
eu falei em neve - e tu calavas
a voz onde contigo me perdi.
Como se a noite se viesse e te levasse,
eu era só fome o que sentia;
Digo-te adeus, como se não voltasse
ao país onde teu corpo principia.
Como se houvesse nuvens sobre nuvens
e sobre as nuvens mar perfeito,
ou, se preferes, a tua boca clara
singrando largamente no meu peito.
Wislawa Szymborska
Kórnik, Polonia - 1923
Discurso en el depósito de objetos perdidos
Perdí algunas diosas en el camino de sur a norte,
y también muchos dioses en el camino de este a oeste.
Se me apagaron para siempre un par de estrellas, ábrete cielo.
Se me hundió en el mar una isla, otra.
Ni siquiera sé exactamente dónde dejé las garras,
quién trae mi piel, quién vive en mi concha.
Mis hermanos murieron cuando me arrastré a la orilla
y sólo algún huesito celebra en mí ese aniversario.
Salté de mi pellejo, perdí vértebras y piernas,
me alejé de mis sentidos muchísimas veces.
Desde hace mucho cerré mi tercer ojo ante todo esto,
me despedí de todo con la aleta, me encogí de ramas.
Se esfumó, se perdió, se dispersó a los cuatro vientos.
Yo misma me sorprendo de mí misma, de lo poco que quedó
de mí:
un individuo aislado, del género humano por ahora,
que sólo perdió su paraguas ayer en el tranvía.
                                                                                            De "Si acaso" 1978 -Versión de Gerardo Beltrán
Juan Cameron
Chile
Hijo de sastre
                                                                                 Para Carlos Amador Marchant
Es cierto que ando roto
no soy un buen modelo para el género humano
mis costuras se abrieron como heridas de guerra
Con la tiza en el suelo dibujó mi silueta
su imagen semejante
Y nunca dio con hilo una puntada
y pasó más de un camello por su ojo de aguja
y no encontré su aguja en el pajar.
                                                                                        (De Versos atribuidos al joven Francisco María Arouety otros textos desclasificados)
Max Jiménez
Costa Rica - 1900 - 1947
Declinaciones del monólogo

 

I

 Estoy sola,

 muy sola,
 entre mi cintura y mi vestido,
 sola entre mi voz entera,
 con una carga de ángeles menudos
 como esas caricias
 que se desploman solas en los dedos.
 Entre mi pelo, a la deriva,
 un remero azul,
 confundido,
 busca un niño de arena.
 Sosteniendo sus tribus de olores
 con un hilo pálido,
 contra un perfil de rosa,
 en el rincón más quieto de mis párpados
 trece peregrinos se agolpan.
 II
 Arqueándome ligeramente
 sobre mi corazón de piedra en flor
 para verlo,
 para calzarme sus arterias y mi voz
 en un momento dado
 en que alguien venga,
 y me llame...
 pero ahora que no me llame nadie,
 que no quepo en la voz de nadie,
 que no me llamen,
 porque estoy bajando al fondo de mi pequeñez,
 a la raíz complacida de mi sombra,
 porque ahora estoy bajando al agónico
 tacto de un minero, con su media flor al hombro,
 y una gran letra de te quiero al cinto.
 Y bajo más,
 a las inmediaciones del aire
 que aligerado espera las letras de su nombre
 para nacer perfecto y habitable.
 Bajo,
 desciendo mucho más,
 ¿quién me encontrará?
 Me calzo mis arterias
 (qué gran prisa tengo),
 me calzo mis arterias y mi voz,
 me pongo mi corazón de piedra en flor,
 para que en un momento dado
 alguien venga,
 y me llame,
 y no esté yo
 ligeramente arqueada sobre mi corazón, para verlo.
 y no tenga yo que irme y dejar mi gran voz,
 y mi alto corazón
 de piedra en flor.

 

Malcolm Lowry
Liverpoool, Inglaterra -1909 - 1957
Poema raro
Conocí a un hombre sin corazón:
Los niños se lo habían arrancado, decían,
Y dado a un lobo hambriento
Que lo cogió y huyó.
Y huyeron los niños, su amo también,
Muy lejos huyó la bestia,
Y tras ella, original persecución,
El hombre sin corazón seguía titubeando.
Conocí a este hombre el otro día
Paseando un orgullo grotesco.
Su corazón restaurado, su semblante alegre,
El dócil lobo a su lado.
 Triunfo Arciniegas
Colombia
Escritura
Y si curo esta herida
Que me mata
De qué voy a vivir
Yevgeny Yevtuchenko
Rusia - 1933
El soliloquio de zorro azul

 

Soy un zorro azul que vive en una granja  gris.
Condenado a la muerte por mi color,
detrás  de estas rejas de alambres a prueba de mordiscos
no me siento nada de contento con mi color azul.
Oh Dios, ¡yo quiero cambiarme de piel! Quemarme
como un demente hasta descuerarme a mí mismo,
pero mi exuberante y tieso pelo azul se filtra por mi piel.
¡Cómo aúllo! ¡desesperadamente lanzo alaridos!
igual que las peludas trompetas del Juicio Final
implorando a las estrellas deseando ser libre para siempre
o al menos sacarme esta piel de una vez por todas.
Alguien que paseaba por aquí oyó mi aullido
y lo metió en un máquina grabadora. ¡Qué estúpido!
¡Él no sabe ni siquiera aullar pero seguro
comenzaría a aprender si lo agarran y lo encierran aquí!
Me caí al suelo, moribundo.
Y quien sabe por qué no me morí.
Me vino una depresión como si tuviera mi propio Dachau  (*)
pero ya lo tenía muy claro:  jamás escaparía.
Una vez, después de comerme un pescado podrido,
me di cuenta que la jaula estaba entreabierta
y me lancé hacia el abismo
con la imprudencia de un ingenuo cachorro.
Una cascada de perlas lunares pasaron por mis ojos.
¡La luna era un círculo! Y ahí me di cuenta
que el cielo no estaba dividido en segmentos cuadrados
como yo me lo imaginada viviendo dentro de una jaula.
Pedazos de hielo flotantes de Alaska había por todas partes
de los que logré esquivar  aún  estando enfermo
pero sabiéndome libre algo cambió dentro de mis pulmones
por todas las estrellas que me había tragado.
Hice travesuras, ladré cosas hacia los árboles
que no tenían ningún sentido. Fui yo mismo.
Y hasta la misma brillante nieve tenía miedo
de que yo tuviera un color tan azulado.
Mi madre y mi padre no se amaban
pero se casaron de todas maneras.
Cómo me gustaría encontrar una hembra
con la que pudiera rodar y volar por la nieve.
Ahora me siento cansado. Hay demasiada  nieve por todas partes.
No puedo levantar mis pesadas patas.
No he conseguido amigos ni tampoco hembras.
Un niño cautivo es muy débil para ser libre.
El que nació en una jaula  sentirá nostalgia por su jaula.
Horrorizado me di cuenta de cuánto  la amaba
y el espacio donde me escondían detrás de una reja,
ese lugar que era una industria de pieles,  mi tierra natal.
Entonces regresé exhausto y golpeado.
Un poco después la jaula fue sellada
y mi sentimiento de culpa se transformó en rencor
pero el amor me protegió mágicamente contra el odio.
Es cierto, las cosas han cambiado en la granja de pieles.
Acostumbraban  a  asfixiarnos  en sacos.
Ahora nos matan de una manera más moderna,
nos electrocutan. Todo es maravillosamente ordenado aquí. (**)
Contemplo a la cuidadora que es una muchacha esquimal.
Su mano se posa amigablemente sobre mí.
Sus dedos rascan la parte detrás de mi cuello.
Pero una tristeza parecida a la de Judas hay en sus ojos angélicos.
Ella me cuida de mis enfermedades
y por nada me dejará morir de hambre,
pero yo sé que cuando llegue la hora, implacablemente
ella me traicionará cumpliendo su trabajo. 
Con un poco de humedad en sus ojos
ella sacará el collar de mi cuello cantando bajito:
“¡Hay que ser humano con los empleados! En la Oficina
de Ejecuciones del Instituto de la Granja de Pieles. 
Me encantaría ser ingenuo como mi padre
pero nací en cautiverio: yo no soy él.
El que me da de comer, me traicionará
El que me cuida como animal doméstico, me matará.

(1967)
*N del T. Dachau fue el primer campo de concentración nazi para prisioneros políticos abierto en marzo de 1933. Estaba situado en el pueblo de Dachau a 16 kilómetros de Múnich. Fue uno de los mayores símbolos de inhumanidad.  Dachau y muerte eran sinónimos.
**N del T. La estrofa número catorce, localizando la escena específicamente en Alaska, fue censurada y sacada después de la primera publicación de este poema de Yevtushenko en la entonces Unión Soviética.
                                                                                                            Traducción de Javier Campos- Tomado de Revista Prometeo
Muhsin Al-Ramli
Irak - 1967
El amor
Es otro.
Crees que va a hacerte compañía
en la soledad de la estación
durante tu espera en el autobús número cero
o de cualquier otro autobús
que lleva la publicidad
de la película de la muerte.
Osvaldo Ulloa
Chile - 1954 - 2008
No tenía qué comer…
No tenía qué comer
pero te tenía a ti, poesía
no tenía donde dormir
pero te tenía a ti, poesía
no tenía qué ponerme
pero te tenía a ti, poesía
y cuando me empezó a ir bien
cuando empecé a comer bien
cuando tuve una blanda cama
cuando fueron varias mis camisas
cuando ella empezó a amarme de veras
entonces tú creyendo que era feliz
te fuiste lejos
dejándome ciego sordo mudo.
                                                                        Poemas de amor, 1996
Alfredo Lavergne
Valparaíso, Chile - 1951
¿Qué es la XIV región de Chile?
Alguien construye las oficinas de este XIV eslabón.
En un muro las montañas
En el otro los llanos
En el tercero la costa
En el cuarto el desierto
En el pasillo un sollozo al perseguido
y un saludo a la bandera sistemática del estado.
A lo largo de su frente el acantilado del perdón
a lo angosto las piedras esparcidas del páramo
y todo un cielo para ignorantes que se ignoran.
Y cuando se abrirán las grandes puertas
……………….Margaritas
Tendrán que ver y escuchar las flores
porque de ellas estamos sembrados.
Fadwa Tuqan
Palestina - 1917 - 2003
Solo quiero estar en su seno
Sólo quiero morir en mi tierra,
Que me entierren en ella,
Fundirme y desvanecerme en su fertilidad
Para resucitar siendo hierba en mi tierra,
Resucitar siendo flor
Que deshoje un niño crecido
En mi país.
Sólo quiero estar en el seno de mi patria
Siendo tierra
Hierba
O flor
Perteneciente al poemario: La noche y los jinetes (1969).
Traducción del árabe: María Luisa Prieto. http://www.poesiaarabe.com/
Patricio Manns
Nacimiento, Bío Bio, Chile - 1937
Escenas del olvido en Valparaiso
Era tan breve el peso de su nombre, Valparaíso.
Dicho en voz baja y abril,
y tan último el polen del otoño, Valparaíso,
el secreto ardor transido de sal
y esperma frutal, de nuestras ondas colmenas en agraz, Valparaíso.
Fue tan verdad el tiempo de
sus manos, Valparaíso,
y tan susurro su voz,
tan precario el abrigo de su vientre,
Valparaíso,
tan corta su sed, tan severo su pan,
tan incierto su olor,
tan impotentes sus anclas al zarpar,
Valparaíso.
Puerto de bruma, mírame aquí:
cargo en la boca su cicatriz,
cargo en el pecho su desacierto,
cargo en las manos su espacio abierto,
puerto memoria: guárdamela
de fuego y niebla cerca del mar.
Guarda su mágico delirio trágico,
guarda su infancia y su distancia,
Valparaíso celestino.
Ella habitó los mapas de mi pecho,
Valparaíso,
cruel de estatura y de sol.
Ella ungió su misterio a mi memoria,
Valparaíso,
y yo dudo acá, privado de ser,
náufrago de anclar,
mientras su enigma se agota
sobre el mar, Valparaíso.
Puerto sin sueño mírame aquí:
cargo en la oreja su despedir,
cargo en la sed su lagar desierto
cargo en su muelle su asombro muerto,
puerto invisible guárdala tú
de espuma y yodo bajo tu luz.
Guarda su infancia, desvelo mágico
y su distancia, delirio trágico,
Valparaíso celestino.
Pero no sé si incluso tú eres cierto,
Valparaíso,
o fui yo quien te soñó.
 
Li Ch'ing Chao
China – 1083 - 1151
 
El viento cede.
Fragancia de pétalos caídos hace poco.
El vaho de la Tierra.
Avanza la mañana y me cansa peinarme.

Todo está igual pero él se ha ido
y todo está vacío.
Las palabras traicionan: habla mejor el llanto.

Dicen que en Dos Arroyos todavía
la primavera es primavera.
¿Flotar allá, mecida por las aguas!
Pero con tanta pena
mi frágil barco se hundiría.

                                                        Versión de Octavio Paz
Yuan Chie
China
Lago del pez de piedra
¡Cuánto te amé, Lago del Pez de Piedra,
con tu islote parejo a un pez nadando!
En su lomo está el Hoyo de la Taza de Vino,
y en torno a él se agitan suavemente las ondulantes aguas.
Desde la orilla envían los muchachos barquitas de madera;
cada barca transporta una taza de vino.
Los bebedores de la  isla escancian las tazas de oloroso licor.
Y desplegando velas, tornan a la ribera.
Destácanse en la orilla los negros picos de las rocas,
bajo los cuales pasa una helada corriente.
Reconfortados por el vino, sumergimos las manos
en las frígidas aguas. ¡Oh incomparable goce!
No ansío el oro, ni las ricas piedras;
no anhelo los birretes de mandarín, ni suntuosos carruajes.
Mas quisiera sentarme en la orilla rocosa de este lago
y contemplar sin fin su Pez de Piedra
Sixto Cabrera González
Rancho Nuevo, Soledad Atzompa, Veracruz, México - 1974
Poesía
Letras que emergen del abismo,
río de imaginación solitaria
que entre luces nocturnas se fragua;
huyen, llegan, se esparcen, giran
disolviéndose en lenguas ajenas
tocando notas acústicas.
Nada en las voces quebradas sin acento
en los labios de uno y mil
cantores sensibles,
en hojas blancas
donde la tinta y su guía
juegan con las frases.
Vaga, se sumerge
en constelaciones de páginas:
un éxtasis de locura
su ser.
Vestigio que nunca perece.
Gustavo Lespada
Uruguay - Argentina
Palimpsesto
En playas de Castillos, entre el Cabo Polonio y Punta del Diablo, hay un barco encallado en la costa. Bueno, los restos de lo que fuera un barco y ahora es sólo un haz de hierros herrumbrados que brotan desde el suelo. Lugar de tempestades y naufragios, de cuentos a la luz de las fogatas o faroles a mantilla, de antiguas historias de vida o muerte desgranadas por los vientos sureños de salitre implacable. Pero también es zona de relatos en las puertas del infierno, de crímenes e infamias más recientes, gente que dijo no, y le costó la vida. Cadáveres que trajo la marea. Recordé lo que cuentan los lugareños sobre la impunidad del oficial que encubrió su homicidio con una versión canallesca de pasiones y adulterio. El palimpsesto siempre remite a la violencia.
(Inédito)
Silvia Barei
Córdoba, Argentina
Tanta gente llorando junta
                                                 A la lucha de Javier Sicilia y los hermanos de México
Tres mil cuatrocientos kilómetros y otros tantos de gente
te siguen sin quitarte el cuerpo
y llorando juntos
en tu camino contra la muerte
Javier Sicilia hermano poeta
tanta gente llorando junta
tanta gente hermano
bajo sucias telarañas
bajo un sol de plomo
bajo lodos de río en las gargantas
tanta gente llorando junta
en Morelia, San Luis Potosí,
Durango, Chihuahua,
Hermosillo, Ciudad Juárez,
DF, Monterrey, Cuernavaca
Acapulco, Córdoba y Veracruz
tanta gente llorando junta
el crucigrama de las desventuras
la patria desangrada bajo el emblema de la noche
Javier Sicilia hermano poeta
con vos y con nuestros hijos
con tu piel y el camino de tu dolor
con las muertas de Juárez
y las víctimas de norte a sur
tanta gente llorando junta
la ceniza que nos cubre
las fronteras de sangre
los cielos de alquitrán.
Me muero de morir con vos
me vivo de vivir con vos
me lucho de luchar con vos
contra la navaja aullante de los chacales
aquí me tienes
Javier Sicilia hermano poeta
aquí me arrodillo y te reverencio
de hoy y para siempre
respiro por tu boca y sin sosiego
en tu noche de invierno
en tu día
tu nuevo día de orilla de luz
por vos Javier Sicilia hermano poeta
por tu hijo, por los míos, por todos los nuestros
porque de algo habrá servido amarlos tanto
por todos los que luchan con las manos limpias
y llorando juntos
llorando
bajo el cielo de tu país.
Luisa Futoransky
Buenos Aires, Argentina - 1939
Estofado
Escribir con la paciencia de un entomólogo,
la displicencia de un dandy y la febrilidad
del buscador de oro.
El poema, la más frágil transparencia nupcial.
Nora Perusin
Argentina
Viena, 27 de agosto de 1957 (Carta de mi padre a mi madre)
“...he conocido la inquietud de los países distantes,
ciudades bellas,
un mundo extraordinario se estrenaba a mis pasos
y yo me sentía tan ancho tan austral
casi inaudito
que en mis ojos no cabían lugares y cosas.
Ahora desde Viena te escribo soy un hombre feliz
como nunca lo he sido, y aunque viajar es incomparable
me separa de ustedes.
Estuve en un país casi soñado sin ser el paraíso.
Ahí vienen los camaradas,
Ahí viene Lenín
Ahí viene la revolución de octubre
Todo el poder a los soviets.
Pasaron cuarenta años desde entonces
y tanta guerra
y tanto pueblo explotado todavía,
todo será arduo y sin descanso
y vendrán otras revoluciones, mi querida...”
                                                                                    De: La distancia es esa frontera que se mueve- Buenos Aires, Del Dock, 2007
Alejandro Schmidt
Córdoba, Argentina
Y esa gente que apareció en tu cuerpo
Y esa gente que apareció en tu cuerpo
¿estaba entre nosotros
eran globos de vos
en tu nube?
¿O era

como ese vapor

que sueltan las piedras del desierto?
                                                                                   en “mamá”, Edit. Recovecos, Córdoba, 2007
José Luis Moreno del Toro
Holguín, Cuba - 1943
Mea culpa
Los sueños tuyos,
los ojos tuyos,
la sonrisa tuya,
los pechos tuyos,
el amor tuyo,
los hijos tuyos
y claro está,
                      la incomprensión mía
 
Juan Ramón Jiménez
Moguer, Huelva, España - 1881 - 1958
Acción final
                                                 (34 años y Goethe)
No sé con qué decirlo,
porque aún no está hecha
mi callada palabra.
Jorge Falcone
La Plata, Argentina - 1953
Travis Bickle (*)
Gringos,
ustedes no inventaron nada…
Apenas la miseria de millones
para beneficio de un puñado.
Pero en cada barrio de extramuros vaga un taxi,
trátese del Bronx o el Acceso Sudeste
en Sarandí.
Y en cada ventana de la noche global
una madre se muerde las uñas esperando
a la hija púber que vuelve de bailar.
El faro largo ilumina la intemperie del planeta,
el atado de faso vendido a través de la reja:
Estamos presos afuera del confort.
El bienestar de pocos prefiere el wall mart,
el country, o la mansión presidencial.
Lo sabe el ojo en vela que aferra
con una mano el volante y con la otra
la llave en cruz que partirá la frente
de otro nadie culpable o inocente
que no cotizó para ser social
y se embosca
a la vuelta de una esquina cualquiera o
a la sombra de algún zaguán,
listo para caer sobre su presa,
que tampoco fue invitada a la fiesta,
que también merece algo más que respirar.
(*) Personaje interpretado por Robert De Niro en el filme “Taxi Driver” de Martin Scorsese
Daniel Arias
Argentina - 1949
Estos hombres heredan la tierra
sobre la piel
como el abrazo del cielo
en las tardes blancas.
Estos hombres son invitados
a la ceremonia del azar,
abismados al hechizo de sus ilusiones
elevan la voz de los sueños
cantando alabanzas como ángeles
y en las alturas de la tenue trama
se revela su escasa insinuación
de porvenir.
Esta dura garra del progreso
impone un delgado pasillo de bala
en línea con la sombra,
decreta la medida y la textura,
el acotado temblor de los rezos
y el espacio de los signos.
Estos hombres,
como pájaros celestes, trepan la niebla
por las escalas de cada mañana,
llevan la rosa concluida de la fe
entre los dientes cerrados
y un arco de silencio como escudo.
Juan José Domenchina
España – 1898 – 1959
Hastío
Hastío -pajarraco
de mis horas-. ¡Hastío!
Te ofrendo mi futuro.
A trueque de los ocios
turbios que me regalas,
mi porvenir es tuyo.
No aguzaré las ramas
de mi intelecto, grave.
No forzaré mis músculos.
¡Como un dios, a la sombra
de mis actos -en germen,
sin realidad-, desnudo!
¡Como un dios-indolencia
comprensiva-, en la cumbre
rosada de mi orgullo!
¡Como un dios, solo y triste!
¡Como un dios, triste y solo!
¡Como un dios, solo y único!
Dámaso Alonso
Madrid, España - 1898 – 1990
Madrigal de las once
Desnudas han caído
las once campanadas.
Picotean la sombra de los árboles
las gallinas pintadas
y un enjambre de abejas
va rezongando encima.
La mañana
ha roto su collar desde la torre.
En los troncos, se rascan las cigarras.
Por detrás de la verja del jardín,
resbala,
quieta,
tu sombrilla blanca.
Jorge Guillén
Valladolid, España - 1893 –1984
Del transcurso
Miro hacia atrás, hacia los años, lejos,
Y se me ahonda tanta perspectiva
Que del confín apenas sigue viva
La vaga imagen sobre mis espejos.
Aun vuelan, sin embargo, los vencejos
En torno de unas torres, y allá arriba
Persiste mi niñez contemplativa.
Ya son buen vino mis viñedos viejos.
Fortuna adversa o próspera no auguro.
Por ahora me ahínco en mi presente,
Y aunque sé lo que sé, mi afán no taso.
Ante los ojos, mientras, el futuro
Se me adelgaza delicadamente,
Más difícil, más frágil, más escaso.
Héctor Carreto
México - 1953
La cierva
Soñé que el ciervo herido pedía perdón
al cazador frustrado.
-Nemen Ibn el Barud
De pronto tú
recostada en un claro del bosque
manjar sereno
¿Intacto?
Tensé el arco
y disparé
sobre ti
rápidas palabras
red para cazar lo inasible.
Pero ninguna letra
fue salpicada por tu sangre:
entre un adjetivo y otro
saltaste
más veloz que la luz de la flecha.
Una vez más
mi palabra no alcanzó a la Poesía.
Ilesa
sobre la rama de un árbol
pero con lágrimas en los ojos
me suplicas:
”inténtalo de nuevo,
inténtalo de nuevo.”
                                                                     Habitante de los parques públicos, 1992.
Carmen Ollé
Lima, Perú - 1947
Bares
Vivir es alegre -los he oído reír cada vez
más fuerte -y seguían cada vez más alegres-
la noche se apiada de mí porque no siento
vergüenza.
Y una más pide el más ronco -que traga sin ser
procaz- porque es suave y delicado- adora la
botella como una nalga de mujer-
a grandes sorbos.
Aquél sí es de los peligrosos: roba mata miente
y es astuto- pero cuando pasa próximo a mi mesa
sus grandes ojos de arañas sedosas se deslizan
como un tigre en mi regazo- Por fin siento
que he viajado-
Ernesto Guajardo
Santiago, Chile - 1967
Sergio Tormen
casi todo es geometría en el ciclista:
armonía de triángulos en movimiento
constancia del círculo
no fue suficiente

  pavorosa ausencia del punto de fuga

Roberto Sosa

Yoro, Honduras – 1930 - 2011
El aire que nos queda
Sobre las salas y ventanas sombreadas de abandono.
Sobre la huida de la primavera, ayer mismo ahogada
en un vaso de agua.
Sobre la viejísima melancolía (tejida
y destejida largamente) hija
de las grandes traiciones hechas a nuestros padres y abuelos:
estamos solos.
Sobre las sensaciones de vacío bajo los pies.
Sobre los pasadizos inclinados que el miedo y la duda edifican.
Sobre la tierra de nadie de la Historia: estamos solos
sin mundo,
desnudo al rojo vivo el barro que nos cubre, estrecho
en sus dos lados el aire que nos queda todavía.
Jaime García Maffla
Cali, Colombia - 1944
Reconocimiento
Los ojos que me miran desde un cristal imaginario
Evocando los rasgos que tuviera un día
Nada tienen que ver o saben del final que me aguarda
Y no imagino.
Sin embargo
cuando lunas y soles hayan cumplido con su tránsito
Y de la memoria hayan partido imágenes y sueños eternos
Quedarán
como la parte mía no encontrada, los ojos que me miran
 
Oscar Cerruto
Bolivia - 1912 - 1981
Poética
No eres sólo el fulgor que sin mesura
estalla, ni su estrépito previsto.
Ni las apelaciones de la esfinge,
o la avidez o la otra idolatría.
Lúcida sí, flagrante certidumbre,
región de transparencia en la que inmerso
está el tiempo, zumbando, lo que somos,
la boca memorable del augurio.
En un trono de hueso y santidades,
abiertas las heridas, y la flecha
de las perpetuas causas en las sienes.
Eres es palabra no gastada,
amor, una mitad, como la aurora,
en sombra. Una mitad implicaciones
“Si el flautista de Hamelín partiera con todos nuestros hijos ¿comprenderíamos que se nos va el futuro?”
                                                                                            Silvio Rodríguez
Nevalis Quintana
La Habana, Cuba
El cartero de Neruda
(MARIO:¨Usted cree, don Pablo, que el mundo,quiero decir
todo el mundo, con el viento,los mares, los árboles,
las montañas, los animales, los desiertos, las lluvias
.., las etcéteras. ¿Usted cree que el mundo es metáfora de algo?¨.
- "Ardiente paciencia".- Antonio Skármeta.
El cartero está llamando a la Puerta del Mar, en cuyo lecho dormita el Poeta.
Isla Negra amanece en el duelo de las piedras y las olas.
¨Aquí en la Isla el mar, y cuanto mar,
se sale de sí mismo a cada rato.¨
El joven cartero expira hechizado ante la dama Poesía.
Le dicen:¨- ¡Es Neruda, el poeta amado por el pueblo!-¨
Responde: ¨- ¡Por el pueblo, pero tambien por las mujeres!-¨
El Poeta, sacerdote del verso, pregunta:¨- ¿Cómo se llama?-¨
Él, tímidamente contesta:¨- Beatriz...-¨
La madre acaricia el temblor de los suspiros de la muchacha herida:
¨- Estás húmeda como una planta.-¨
Nunca Edith Piaf besó tanto a los Beatles.
Como sirenas, los pescadores capturan en sus redes
la metáfora oculta de los mascarones inertes.
La proa surca los océanos de alegrías y tristezas;
juntas exclaman:- ¡Unidad Popular!-.
Salvador, Pablo, Pablo y Salvador
son los santos pecadores
de este infierno laberíntico que es Chile.
La sombra oscura levanta su copa:
¨- ¡Que venga, que venga la cueca,
que venga asesinando a balazos a la desnuda Poesía!-¨.
¡Huevones, nunca sintieron el dolor de sus pechos ensangrentados!
Neruda camina lento sobre el reino de Tritón.
¨-Yo vuelvo al mar envuelto por el cielo.
El silencio entre una y otra ola
establece un suspenso peligroso.-¨
Isla Negra ya no es Isla Negra;
es solo un escenario donde los actores esculpen en rocas la Poesía.
Allí regresa, una y otra vez el cartero

en busca del Poeta, a la Puerta del Mar.
Carmen González Huguet
San Salvador - 1958
Palabra de Diosa
VII
Cada vez que camino,
mis caderas mecen
la cuna del mundo.
VIII
Nueve lunas
tejiéndote en mi vientre.
Y tú toda la vida
queriendo regresar.
“¿y dónde encontraremos cobijo/ para la alegría o el simple bienestar/ cuando apenas queda nada en pie/ más que los suburbios de la discordia?”
                                                                                             W.H. Auden
Tulio Galeas
Honduras – 1942
Las razones
Desde el silencio vine. Yo traía
Un sol, un cielo joven,
Un extraño sabor de bosque que crecía,
De tierra que germina,
Un sonido de mar embotellado,
De energía aplastada como un tigre entre redes,
De lluvia que se acerca paso a paso en la noche
Hasta no ser sino un soplo aburrido.
Solo quería ver lo que llamaban
Territorio y poesía, vida plena.
Llegué aquí. Las espinas
Se enamoraron de mis pies desnudos,
Los hierros me lamieron las manos y las sienes,
Me enseñas las tardes ocultas, los talleres
Donde el hombre comprime su almacén de pecados;
Trepé hasta los sudores,
Bajé hasta las ternuras mas hurañas,
Hasta los manantiales sepultados, hasta el fuego
Que oculta su desnudez y su hambre
De madera y rosales.
Me vi de pronto inmensamente triste,
Respirando y comiendo, encadenado
A los deudos del día, al equilibrio
De la muerte de sollozo.
Ya no puede volverme hacia la tiniebla,
Y un caserón de huesos contenía
Mis fiebres inconclusas,
Mi violencia de párpados hundidos,
De ruidos que se aplastan,
De música que ahoga su temor en el pecho.
Ya no pude volverme, y tuve miedo,
Miedo del viejo tren que tenía
Su marcha tenebrosa
En una esquina turbia donde todo está frío,
Miedo del largo viento de la noche
Que pasaba
Desbaratando rostros y creando tempestades.
Amparo Osorio
Bogotá, Colombia
Igual muere la huella
El viento esculpe rostros
y tú que vigilas la hierba
desconoces ahora los indicios
de toda eternidad
Fuera de ti
no hay raíces posibles
¿Cómo nombrarte
sin que crezca la muerte?
“Los mayas comparaban a sus poetas con los / molineros celestiales y agregaban que ellos extraían/ pacientemente del maíz del idioma una harina finísima:/ la poesía.”
Oscar Acosta
Pablo de la Torriente Brau
Puerto Rico, 1901 –España - 1936
A Julio Antonio Mella  
Gigante de hoy, sembraste el mañana,
tu impetuoso ardor conmovió al mundo,
robaste el rayo de lo más profundo
para rasgar la hipocresía humana.
Tu titánica labor acaso hermana
de aquella otra que Martí creara,
fundó: los cimientos donde se apoyara
un nuevo avance de crear fecundo.
Troncharon tu vida mas no importa.
¿Podrán acaso aniquilar tu idea?
El árbol retoña cuanto más se corta
no hay freno posible a la voluntad que crea.
Tu obra a su tiempo será cierta
las puertas del futuro están ya abiertas.  
                                                                                      1931 - El calor de tantas manos. C. C. Pablo de la Torriente Brau, La Habana, 2001. 
Pablo Armando Fernández
Las Tunas, Cuba - 1930
Indaga
Acumulas lo que no ha muerto en ti,
animal de ojos y manos pobres,
y lo das al azar en mil ofrendas.
No has conservado parte
de la voracidad del día y a ella, infeliz, dieron
la voluntad mejor, la gloria y el orden de tus actos.
Indaga. ¿Que fracasó o faltó? Nada. Todo
contribuía a borrarte en las primeras
eliminaciones.
Instinto, confundieron tus designios
cuando empezaba a arder la frente del idólatra.
Razón, fueron tus argumentos pocos, anticipándole
la fe. ¿Qué sucia entraña, qué goloso intestino
         lo tragó?
Aquello que la vida amparaba y lento concluía.
¿Qué fueron para ti los libros, qué mostraron
la ilustración y el conocimiento?
¿Qué evidenciaron las conversaciones, los papeles
escritos con el pulso febril, los viajes,
las ciudades?
Todos los trenes habían partido cuando llegabas
al andén
y entre los ruidos y las ajenas voces
desaparecías. Animal apagado, vuelve tus ojos al azar.
Nada faltó. Fuiste el huésped que no acude
y se alzaba el telón a tus espaldas.
Yosano Akiko
Japón - 1878 – 1942
tras guardar las muñecas,
cierro el cofre y suspiro
desconcertada, viendo
cómo se ruborizan
las flores del melocotonero
 
                                       Fuente: Akiko Yosano. Poeta de la pasión. Trad. José María Bermejo y Teresa Herrero. Hiperión, Madrid, 2007. 125 págs
Ileana Espinel
Guayaquil, Ecuador - 1933
Visión del suburbio

Las piedras enlunadas y grises del Suburbio
son hermosas con una hermosura de pena.
Pero allí no hay glamur. Ni bulevares sucios.
Ni calles pretensiosas de conocer sus nombres.
Hay vías proletarias por donde va, sonámbula
y perenne, la vida...
Ayer vi el corazón de las grutas desiertas.
Vi ropas que no cubren ni la sombra de un sexo,
colgando de zapatos y de cordeles negros;
la faz acanelada de un muchacho desnudo
durmiendo bajo el lauro de nieve de su pecho.
(Nuevo Adán suburbano masticando en la luna
pan de arena y de nada).
Vi casuchas enfermas como el amor más alto,
y ventanas inútiles como sangre en los muertos;
mujeres y hombres viejos graduados en la ciencia
de ironizar lo ajeno:
la flor del trigo verde,
el agua pensativa,
el agua hecha de oxígeno e hidrógeno
y la hecha del recuerdo...
Y, de repente, un grito galvanizó mi éxtasis:
un ebrio vomitaba un ¡Viva! al Presidente...
Pero las piedras, suburbanamente,
se rieron de pena.
Y el aire se reía más que ellas.
                                                                                         De Piezas líricas

Nancy Morejón
La Habana, Cuba - 1944
Güijes

Saliendo al sol de la mañana
miramos al espejo silvestre
donde espigan la cueva provincial
y el aroma silente de las hierbas
y daban las seis de la existencia
real del día
                   Lo decían
el agua de los saltos
y el campanario viejo junto al río,
entre el rumor de aquel desfiladero.
Corrieron a su encuentro los güijes, otra vez,
y en la noche tan joven, zarparon
en un solo relámpago de luz…
Adriano González León
Valera, Venezuela - 1931 – 2008
Si esta fuera la noche de las hadas
me inclinaría ante los pájaros que vienen sobre los árboles azules
Oye su música.
Escucha el temblor del cielo.
Todas las aves cantan para ti.
Sergio Mulet
Marsella, Francia - 1942 - Argentina - (Rumania) 2007
Romance El Yeti y La Libélula
Paisaje de Chatarra. Cueva del Yeti. Llanura castellana. Cerro de los Ángeles.
En la boca negra de la noche helada, se dibuja con nítidos contornos tu perfil de mujer llegada del más norte de los nortes, mientras por encima de la muralla, tocada tenazmente por el viento, la bandera negra consigue desprender su melodía de trapo mojado.
Tú , que en los momentos del ser buscando el sepulcro móvil me has acompañado, quédate con mi única estrella y de ese modo montaraz no te sientas sola cuando el capitán de los mil garfios perfore por centésima vez los imposibles.
Yuyu duerme y su suave ronquido satisfecho demuestra que la felicidad es patrimonio de los elegidos,
Loba desconsolada vaga entre los montones de chapas y puertas de automóviles en el centro de la montaña metálica y tú saltas, columpiándote en los ganchos de las grúas, en las sombras de las estructuras oxidadas, y te apareces ante mí, por delante de las llamas ,que como brazos cambiantes brotan de la boca de la chimenea alimentada a nogal, olivo y almendro.
Estás allí, inmóvil, casi impávida, es claro que si has tenido la propiedad de vencer los obstáculos que ni los pastores superan en la llanura azotada por el agua, no será para tí mayor problema dejar inmóviles las llamas hasta que tus alas de libélula se tornen color de Sol.
Si ríes, tomas la belleza por asalto, si callas, la belleza tendrá que consentir tu osadía! El Yeti desde lo profundo
de su cueva no le permitiría el más mínimo gesto de disconformidad, y aunque la belleza jamás fué temerosa,
el Yeti sabe cómo amedrentarla.
Ladra el mastín leonés y sus ladridos se mezclan con los cantos gregorianos de los habitantes del monasterio centenario.
Por una de sus ventanas sale la libélula que se instala sobre la claridad del alba, y danza, danza delante
de los ojos de la bestia, como un edén prometido.
Madrid // octubre 1990.- Gracias a la actríz María Noguerol
Sebastián Fiorilli
Argentina - España

Cambiar el mundo,
no cada cuatro años, ni de una vez por siglo,
ni muchísimo menos con el limitado
calendario del mes de mayo
y su ardua tarea de la alergia,
las minifaldas
y las hormonas colgadas en los balcones.
Cambiar el mundo cada tres horas,
como si se hubiese hecho caca,
ponerle un pañal de ternura y
perfumar las avenidas
como si se tratase de pancartas
de nube veraniega,
pero también grafitear el cielo
con una protesta de caricias aplaudiendo.
Cambiarlo,
reemplazarlo, trasladarlo,
darlo en adopción a las gargantas
que caminan descalzas por los parques,
ofrecerlo en bolsas con dulces y
mermeladas latiendo sonrisas.
Partirlo con el pan y volverlo a unir
con las migas del cariño compartido.
Pero también vestirlo con pajaritos
asomados al nido,
gritarlo con vos
 -o contigo,
según la sintaxis del mapa-
Decía,  gritarlo con voz o con ronquera
de trueno atravesando el sueño adelantado.
Organizar una sentada en la melancolía
y dar un mitin de violines partiéndose en el horizonte,
una asamblea de notas jugueteando en los tejados,
de techos y besos creciendo en los rincones de la humedad.
No cambiemos de opinión,
cambiemos el mundo,
no cambiemos de plan,
ni de rumbo, ni de rima fácil, los pies tienen un discurso
en infinitivo y la acción cose
la realidad con hilos de locura recién horneada.
Querido Mundo: Cambio y fuera.

Gabriel Impaglione
Argentina
La patria violentada huye hacia la frontera
“EL MERCADO ES
LA DEMOCRASIA
DE LOS RICOS!”
Martín Poni Micharvegas
Y qué hacemos nosotros con la alienación en la boca?
Con las pilas, los diarios, las brutales miserias que no son reciclables.
Qué hacemos
bellosdurmientes bajo los campanazos del poder que nos cuentan el respiro    
refugiados de ráfagas ululantes que advierten el límite,
de niebla tóxica que nos llueve cuando revientan sus engranajes?
El mundo necesita también de los poetas.
Todo por rehacerse: andamios para subir al día,
máquinas demoledoras de fronteras, desobstructores de futuro,
multiplicadoras de alegría, arados de justiciar, viejos sueñosnuevos.
Y que se callen los vendedores de huecos pintados de plástico arcoiris,
y las tías de los héroes de las casas de cambio
y los profetas que duermen en la puerta de los acopiadores de dinero
y todos y cada uno de los portavoces de la casta
Necesitamos un buen silencio......... un buen silencio profundo..................
urge pensarnos.
Qué poesía la baba azucarada que aplaude el sol suspira de avecillas
se clava las culpas de un amor imposible a la hora del té?
Qué poesía
la fabulita encolumnada del otoño en el jardín de los cerezos
en la tumba del gato desconocido
en el ombligo?
Qué poesía el talquito en las mejillitas sonrojadas del soneto a la luna?
Necesitamos un poco de silencio
.........................rehacer el respiro
Oh insolencia         institucionalizado nihilismo como valor supremo
compraventa de barrio bajo un cartel que dice democracia y libertad
La República es un bar, cualquier puestito de mercado,
un pretexto donde juegan a los dados los socios de un selecto club de sátrapas
Qué poesía la maquillada danzarina
sobre el taburete en medio del festín?
Necesitamos quemar hachar sillones
ponernos de pie en decisiva repulsa a los enormes culos establecidos
definitivamente
hay demasiados muertos olvidados demasiados cráneos sacudidos
demasiados libros que no dicen sino aquello que dice la tevé
y necesitamos decir debemos decirlo, que está todo por hacerse
que sobrevivimos en peligro,
una invasión de empresarios nos da cátedra de democracia
vendidos como gaseosas por la pantalla ocuparon cocinas
impusieron fórmulas mágicas para ser felíz
loan los coreutas bienpagos:
oh futuro de riqueza inabarcable que caerá
hasta por los agujeros de los techos de los barrios del barro!
Lluvia de oro sauna para todos  oh mundo de propietarios
teneis contados los días pobres oh pobrísimos
corearon las castas marchas
al son de tacos aguja y gruesas pulseras
Las madres soñaron pira de harapos
cocina nueva casa nueva
nueva vida
y así marcharon los sobrevivientes a votar
En la fiesta del bienestar que jamás fue ni bien ni estar
se alzaron rejas entre casa y casa,
la palabra comunidad fue abolida y se dictó mercado
altares donde el paraiso se contrata en cómodas cuotas mensuales.
Necesitamos un poco de silencio para rearmar las palabras
Qué poesía
la que va de escaparate en escaparate buscando la luz como un insecto?
Qué poesía
la de no recordar los nombres de las víctimas
la que no flamea alta y pura desde el puño del coro?
Luego de los fuegos artificiales cada banco recibe su dinero
que para los hambrientos nuncajamás
Para quiénes gobiernan los gobiernos
que han transformado las repúblicas en mercados?
Necesitamos un poco de silencio...... basta de campanarios
histéricos discursitos de ocasión sonrisita cómplice..........
necesitamos pensarnos.
No puede esperarse la próxima hora.
Ella atravesará la frontera, llevará un hijo en el bolsillo una hija
en la cartera un padre en la mano
un marido muerto en la valija todo de a pedazos,
casa, barrio, pasado y futuro, como un rompecabezas de su vida.
“Así descenderemos de nuestro pedestal,
de nuestra pobre estatua. Y a cantar entraremos
a una bodega, a un pecho, o al fondo de la tierra,
sin el brillo del lente polvoriento.”
Miguel Hernández
Nuevos blogs de Isla Negra:
http://revistaislanegra.fullblog.com.ar/
Isla Negra
no se vende ni se compra ni se alquila, es publicación de poesía y literaturas. Isla Negra es territorio de amantes, porque el amor es poesía. Isla Negra también es arma cargada de futuro, herramienta de auroras repartidas. Breviario periódico de la cultura universal. Estante virtual de biblioteca en Casa de Poesía.  

Isla Negra en el Directorio Mundial de la Poesia - www.unesco.org/poetry

“Poesía/ Perdóname / por haberte ayudado a comprender / que no estás hecha solo de palabras”- Roque Dalton


Giovedì 04 Agosto,2011 Ore: 20:34
 
 
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