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ISSN 2420-997X

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www.ildialogo.org Isla Negra6/271,

Isla Negra6/271

Casa de poesía y literaturas
enero- 2011
suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione.
Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO
"Setentista" parodiando a Neruda:
"Nosotros, los de entonses,
somos siempre los mismos!"
Martín Micharvegas - Del libro inédito "Parajodidísimas"( B.As. - Madrid // 2006- 2010 ), escrito en fonética rioplatense.
 
 
Oliverio Girondo
Buenos Aires, Argentina – 1891 - 1967
Ella
Es una intensísima corriente
un relámpago ser de lecho
una dona mórbida ola
un reflujo zumbo de anestesia
una rompiente ente florescente
una voraz contráctil prensil corola entreabierta
y su rocío afrodisíaco
y su carnalesencia
natal
letal
alveolo beodo de violo
es la sed de ella ella y sus vertientes lentas entremuertes que
estrellan y disgregan
aunque Dios sea su vientre
pero también es la crisálida de una inalada larva de la nada
una libélula de médula
una oruga lúbrica desnuda sólo nutrida de frotes
un chupochupo súcubo molusco
que gota a gota agota boca a boca
la mucho mucho gozo
la muy total sofoco
la toda ¡shock! tras ¡shock!
la íntegra colapso
es un hermoso síncope con foso
un ¡cross! de amor pantera al plexo trópico
un ¡knock out! técnico dichoso
si no un compuesto terrestre de líbido edén infierno
el sedimento aglutinante de un precipitado de labios
el obsesivo residuo de una solución insoluble
un mecanismo radioanímico
un terno bípedo bullente
un ¡robot! hembra electroerótico con su emisora de delirio
y espasmos lírico-dramáticos
aunque tal vez sea un espejismo
un paradigma
un eromito
una apariencia de la ausencia
una entelequia inexistente
las trenzas náyades de Ofelia
o sólo un trozo ultraporoso de realidad indubitable
una despótica materia
el paraíso hecho carne
una perdiz a la crema
Elvio Romero
Yegros, Paraguay – 1926 - 2004
Antes de la amargura
 
Usted sabe, señor,
qué alegría colgaba en la floresta;
qué alegría severa
como raigambre sudorosa;
cómo el alegre polvo veraniego
fulguraba en su lámina esplendente,
cómo, ¡qué alegremente andábamos!
¡Qué alegremente andábamos!
Usted sabe, señor,
usted ha visto cómo
la lluvia torrencial sempiterna caía
sobre un textil aroma de bejucos salvajes
y cómo iba dejando con sus pétalos húmedos
su flora resbalosa,
su acuosa florería.
Usted sabe, señor,
cómo los sementales retozaban
hartos de florecer, jubilosos de hartazgo,
con qué poder la noche deponía
su amargura en la altura del rocío
tal como deponía la desdicha
su arma en las arboledas.
Usted sabe qué alegre
aflicción de racimos por las ramas
en frutal arco iris vespertino;
cómo alegres luciérnagas subían
a encender las estrellas,
a conducir azahares que estallaban
como emoción nupcial o lumbraradas.
Usted sabe, señor,
que antes de que aquí se enseñoreara
la pobreza, frunciendo hasta las hojas,
desesperando el aire,
bien sabe, bien conoce
que cualquier miserable aquí podía
fortificar un canto en su garganta,
en su pecho opulento.
(¡Cómo podías reír, muchacha mía!
Juvenil, ¡cómo izabas
una sonrisa fértil como un grano,
cómo te coronaban los jazmines
y cómo yo apuraba
mi vaso de fervor! ¡Qué alegres éramos!)
Antes, antes de la amargura,
antes de que sorbiéramos
un caudaloso cáliz de indigencias boreales,
antes de que amarraran los perfumes,
que en su reverso el sol guardase el hambre,
¡qué alegres caminábamos!
Antes,
antes de que el aura ofendieran,
de arrancar la raíz sangrándole los bulbos,
antes del mayoral, del tiro, antes del látigo,
qué alegría, señor,¡qué alegremente andábamos!
 
 
En primavera, aquí las hojas crecen en las ramas, pero en mi país los árboles han perdido las ramas bajo el granizo de las balas enemigas”. - Landay - El suicidio y el canto, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.
Miguel Ángel Páez
San Luis, Argentina – 1937 – reside en Bruselas
Escrito sobre la mesa de la cocina
El Puchero Misterioso
  Nosotros sabemos ahora y para siempre,
que sólo la sangre tiene olor a sangre
Anna Akmatova
 
Semejante a un murciélago con las alas extendidas
oscuros como sombras íbamos, siguiéndonos en la noche.
Anunciado,
"la miel salvaje siente la libertad"
Inconmensurable
"la polvadera siente el rayo de sol", vuela
en la brisa de "los atardeceres de mayo",
las estaciones se transfiguran
en la germinación de la fineza
de todo lo ocurrido
*
Antiguos días  en que tanto
no se moría de muerte
natural
*
 "La muerte, en nuestra cultura, suspende las críticas,
así empieza la construcción del héroe"
Martín Caparros
Diario El País - 28 Oct. 2010- pág.4
*
 
"Uno e Infinito/Exterminados/Decían yo"
Paul Celan
*
Una Obertura a la punta del ojo,
la quinta Suite par violoncello de Bach, "Nudo
en una gota de agua", resumen en decir
casi una vida,
un lugar limpio y bien iluminado,
un paisaje, uno e infinito, como
el vientre de la futura Madre
*
"La muerte en nuestra cultura .....
-Diario El País - 28 Oct. 2010 - pág.4
*
Sotretas, a estos criollos con tan pocos genes de
Nuestros Queridos Paisanos, Don Arturo
Jauretche los hubiera corrido una vez más
a punta de cuchillo, hoja la misma
que aquella sirviendo para partir
un caramelo en cuatro partes
y establecer la comunión del rigor
y la igualdad
*
Diario El País - 28 Oct. 2010 - pág. 4
*
Mercenarios de la indignidad de ser mercenarios,
pulsión de muerte, clase política
*
No hay casa ni lugar ni luna para los bastardos
*
Del árbol de oro de la vida,
madera a nudos, el horizonte
en fuego
*
"Su carne fué carne, su sangre fué sangre,
todo hambriento procurando alimentarlos"
E. E. Cummings
 
"Uno e Infinito/Exterminados/decían Yo"
*
"la muerte, en nuestra .......
-Diario El País - 28 Oct. 2010. pág.4
Del porvenir posible, lengua de muerte,
también venida de otro país que se
llama Rép. Argentina.
*
Canallas de ciertos diarios de cierta prensa
*
Transversales retoños de muladares,
peor especie transmutados
en Napalm político,
alcahuetes
por cuenta propia, mano
pesada de obra, barata,
escorias de cuarta,
Esbirros/Sicarios/Crumiros
abigeos del dolor,
morralla,
pedorretas de cebita
pura mierda/en acento del terruño.
*
"Nosotros sabemos ahora y para siempre,
que sólo la sangre tiene olor a  sangre"
Anna Akmatoua
 
"...en nuestra cultura ...-
Diario El País- 28 Oct. 2010 - pág.4
 
Periféricos seccionales del acerto matemático,
Horrores del Sistema,
Semillas mal habidas,
(las Madres de Plaza de Mayo los calificaron
de mal paridos, aserción que en la Argentina
tiene su peso en el decir de algo fulero)
 
*
 "Entre el deseo y el espasmo,
entre la potencia y la existencia,
entre la esencia,  y la caída,
cae la sombra"
(así vivimos, "en el aire poblado de almas",
que también puede ser mañana)
 
*
"a mis amores, preciosamente"
Nuestra "lengua será del alma para el alma, revolviendo
todo, perfumes, sonidos, colores, del pensamiento
agarrándose del pensamiento y tirando"
J. A. Rimbaud
-en una carta a Izambard-
 
a esos "exploradores perdidos en la Niebla"
Rodolfo Walsh
a mis amores, preciosamente
*
"Ella tuvo que llorar/sin
un llanto/lo que llora"
El búho canta en los confines
Las Seis Ordenes simples, en los patios profundos
                   Presidenta
"nadie está solo a soportar la vida"
y el ave de minerva, contiene.
Una flor no tiene más edad que su fuerza
"Ser flor es una profunda responsabilidad"
El Che, cuando le mataron al Capitán Vaquerito
dijo : "Hoy he perdido cien hombres"
                   Presidenta
         Ud. puede decir lo mismo
 
Bajo el ala de mi sombrero, una
lágrima embozada, furtiva, enredada.
é aquele abraço- en Bruselas, 2010, un día del mes de Diciembre.
Seni Labart
Montevideo, Uruguay – 1957 - 1998
Old friends
a E.R.B.
socialmente
mi gato sabe mantenerse
con indiferencia
en un salón
las otras indiferencias son afectadas
excepto claro mi gato y tú.
 
pertenece a una obra inédita, todos los derechos corresponden a Eduardo Lenga Avilo- Colaboración de A.P y IPN.
 
 
Tãnia Tomé
Maputo, Mozambique
A-mar-me-te
 
Abril esconde-nos
nas sinuosas curvas
das palavras.
 
Desabrocha
uma falésia
na embriaguez
do meu canto.
 
Aí se turva a linha
no instante
em que estamos
dentro
um do outro
dentro.
 
 
Rigoberto Paredes
Honduras - 1948
Memorial
 
uno
vuelve al lugar donde dejó su vida
cuando todo tenía la misma edad del alba
deja caer sus pasos
sobre pasos que ya no nos resisten
mira el reloj del pueblo
y están las mismas horas que urgieron nuestra infancia
alguien nos besa dulce una mejilla
y en la otra sentimos los golpes del olvido
y no hay madre que diga te esperábamos siempre
ni padre que nos cobre a regaños la ausencia
en manso oleaje el tiempo nos devuelve al origen
está aquella la casa
la criatura llorando por bocado
y el patio con abuelos esperando la muerte a todas horas
uno vuelve y no hay perro que alegre su cola por nosotros
no hay quien diga siquiera es duro este lugar por qué
volviste
solo antiguas preguntas y lo mismo terrible
la iglesia y sus mendigos
el espanto y sus jueces
el silencio y su estirpe faltándoles el respeto a las estatuas
(el mundo apenas nuestro qué jodida)
la rabia no es igual crece sin tregua
está fiera —en acecho
y por dentro nos dice
no es posible el perdón a estas alturas
María Rosa Mó
Argentina
El niño
 
Un pañal cubierto con retazos
se huele en el tiempo
el hedor rompe
la cándida niñez
el campo
regado de amapolas
irrumpe en él
con la vorágine del viento
le hace decir que no eligió
ni talla ni armadura
Sólo el silencio.
 
Soltar la cuerda que ata
al caballo y andar
el campo afuera
adentro la piedra
donde cabrá el mundo
cortado por la espada
línea por línea.
 
Urge el deseo
la mano agrieta
debe salir al campo y redimir
al sol al viento
la piel de niño grita
que quiere ser
hombre y se deshace
en los primeros
fluidos nocturnos.
 
 
 
 
César Cando Mendoza
Quito, Ecuador
Libertad
Para Angye Gaona
Lo grito desde Quito: libertad!
No la libertad de llorar piedras.
No la del silencio amordazado.
No la de palabra astuta
No la de venales jueces.
No la libertad mercantilista.
Libertad sí: aquella engrandecida
con la fuerza de Quiroga
retumbando aún en la mazmorra
del cuartel de Lima.
Pido libertad:
la libertad del trigo que añora la esperanza
de ser pan en la boca de un niño.
Pido la única libertad sin estatua ni corona;
la verdadera sin discursos ni plazos traicioneros.
Lo grito desde Quito: libertad!
para mis compañeros.
 
 
"Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a
los que sueñan sólo de noche."- Edgar Allan Poe
 
Susana Chávez
Ciudad Juárez, México – 1974 – 2011
Ocaso
Para Linda Escobedo
He perdido la cuenta de tus huesos
introduciendo mi palabra al tiempo
entonces me fui a alguna parte
con el apetito dormido.
Fuiste tú el sitio del crimen,
quién me volvió clandestina melodía,
a quien contemplo mezclada de imágenes
sentada en una butaca del cine
para ver mí sombra.
Nos enredamos en el vacío
y de la nada surge tu boca
a desprenderme a Dios del aliento
en un espejismo que me brota
por un rumor indefinido.
Surges despuntando tu lengua
liberando a Sofía de tu interior.
Aquí estás, embalsamada,
casi real entre los árboles.
Pareces un chacal,
un alebríje que me conquista
más allá de lo intocable.
Te veo desatada en una ventana
alrededor de mi otra parte
dándole a mis ojos el cierre final.
A veces, también te veo
atrapada en un secreto
que duele entre mi carne.
Así voy avanzando paso a paso
tomando de una mano tu ruptura
y acariciando con la otra
los cabellos de alguien
por quien toco la magnánima vehemencia.
Así voy en mi misma
perdiendo la cuenta de tus huesos.
 
(poeta, defensora de las DDHH, activista contra los asesinatos de mujeres en Juárez, fue asesinada el pasado 6 de enero)
 
 
 
 
Silvia Donoso López
Barcelona, España - 1967
Elegía mínima
A Sofía Rodríguez – Torres
 
De todo
 
Lo que quedó
Pendiente
Suspendido
Para siempre
En el aire
Esperando.
 
Te sobrevivo
Y nos quisiera.
 
En: “Cartografías de la ausencia”, FyG Editores – Guatemala, 2007
 
 
Marta de Arévalo
Uruguay
Una voz para la paz
 
Herida como estoy por tanta guerra
yo mujer
madre del hombre,
nido, flor, cuna, lágrima, madera,
vengo a pedir,
con esta voz ¡tan pequeña!
en medio de la desolación
del delirante frenesí de la ambición
una tregua
Basta de metralla. De muerte basta
de hambre y de dolor.
 
Y desde la olvidada palabra del amor
levantad, hombres del mundo,
una bandera.
 
Hay que enterrar los cañones
quebrar las bayonetas
desarmar los misiles, sepultar la violencia.
Que cante el arado el canto del trigo en la tierra.
 
Dad al niño su paz con bondad y paciencia.
 
¿No oís como llora ese niño con hambre y con frío?
¿No veis esos pies lastimados descalzos
sangrando entre espina y abismo?
 
Dad al niño su pan con ternura y clemencia.
 
¿No sentís el reptil de odio trepar
sus pequeños pies desnudos
para subir al tierno corazón
buscando nido?
 
¡Dad al niño su pan, dad al niño su paz!
Infancia que crezca en amor
no hará guerra!
Del libro ”Acentos en versolibre, 1990
 
 
 
Pedro Serrano
México - 1957
Jacal en el plan
Un jacal en que entráramos,
techado aquel de niños,
carbón al viento y basurillas
en los pajares de maíz.
En medio de las vacas,
a la partida de los peones,
sin hibernación ni guarida,
olisqueamos huellas humanas,
ruido sólo nosotros.
Un camioncillo de plástico,
sin ruedas, enterrado,
nos mira atento.
Sobras de trashumancia,
sin risas y sin ruido,
al cabo de la pizca.
El plan es un mar dorado
en que nos calentamos
como mazorcas al sol.
Julia del Prado
Perú
Lecciones de selva
Cuando escogí la selva
para aprender a ser,
hoja por hoja
entendí mil lecciones.
(Lo que nace conmigo. Pablo Neruda)
Cuando escogí la tierra de los árboles
en esos viejos libros, supe que un día
hallaría: la capirona
su esencia, tomaría en mis manos su tronco
mi vista se perdería en su altura,
reiría y lloraría con ella, cuando una
guagua nace, al compás de su cántico.

 
Abrazaría al renaco
su naturaleza, lo sentiría en el pantano
protegido por su Madre: chullachaqui

que lo libra de envidias ajenas.
Veía como en un cuadro
ese atardecer en esos ríos todavía caudalosos
y me asombraría de su mundo
cuando mi oído, mi mente
se llena de esas historias del caucho, de
colonizadores impíos, ellos dejaron muerte
más resurge el hombre implacable
con su fruto en reciclo.
 
Como no amarlo a ese bagrecillo
en su historia de río, o a este bufeo colorado
que sonríe en silbido, enamorado de la balsa, es que
lo llama la sangre de  la mujer alegre; que danza.
 
Me siento inocente, joven, lenta, fecunda,
con la pureza de su aire que todavía, respiro;
a través del ungurawi,
con el canto de la cigarra en horas de tarde
que me lleva a los guácharos, en su cueva de Humboldt.
Noche oscura se viene, silenciosa, donde
los luceros dominan en esa cocha de El Sauce.
Amanecí con Neruda
Anochecí con Raimondi
no es un día cualquiera, así sin torpeza
extendí mis lecciones.
 
Huacho, 16 de enero del 2011.
 
 
 
Ian Welden
Dinamarca - 1948
El Cristo nuestro de cada día
 
Frente al pelotón ebrio y goloso
atado y vendado cual pobre bestia ya inútil
en el silencio del aire madrugador
escucho cantar a un chincol.
Libre como una bandera sin mástil
se lanza a volar por el universo
llevándome en sus alas tan frágiles
susurrándome como lo hacía mi madre
en tiempos de espanto y pesadillas.
Esto ocurrió cual previsto en las escrituras
un segundo antes de la balacera.
 
Chantal Maillard
España (Bruselas - 1951)
Anduve por el dorso de tu mano, confiada...
Anduve por el dorso de tu mano, confiada,
como quien anda en las colinas
seguro de que el viento existe,
de que la tierra es firme,
de la repetición eterna de las cosas.
Mas de repente tembló el universo:
llevaste la mano a tus labios
y bostezando abriste la noche
como una gruta cálida.
Llevabas diez mil siglos despertando
y el fuego ardía impaciente en tu boca.
De "Hainuwele" 1990
 
 
Pedro Casaldáliga
Barcelona, España - 1928
Nuestra hora
 
Es tarde
pero es nuestra hora
 
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
 
Es tarde
Pero somos nosotros
esta hora tardía.
 
Es tarde
Pero es madrugada
si insistimos un poco.
Envio teresa leonardi
 
 
Idea Vilariño
Uruguay – 1920 - 2009
Cuando ya noches mías
 
Cuándo ya noches mías
ignoradas e intactas,
sin roces.
Cuándo aromas sin mezclas
inviolados.
Cuándo yo estrella fría
y no flor en un ramo de colores.
Y cuando ya mi vida,
mi ardua vida,
en soledad
como una lenta gota
queriendo caer siempre
y siempre sostenida
cargándose, llenándose
de sí misma, temblando,
apurando su brillo
y su retorno al río.
Ya sin temblor ni luz
cayendo oscuramente.
Mario Meléndez
Linares, Chile - 1971
La muerte quiso ser Rimbaud
 
La muerte quiso ser Rimbaud
y sentó a la belleza en una silla eléctrica
Me falta práctica
comentó a un medio local
pero esperen a que reciba la enciclopedia de oro
Poetas del más allá
con Whitman a la cabeza
y ese loco de Artaud que ahogaba a las palabras
en agua bendita
Verán como en semanas manejaré la pluma
me llamarán la nueva Rimbaud
la vedette que todos esperaban
Mientras tanto
llevaré a la belleza de compras
le diré que todo fue un mal entendido
Ojalá y no me haga la cruz por igualada
de: “la muerte tiene los días contados” -Laberinto ediciones, México, 2010
 
 
 
Belisario Rodríguez Garibaldo 
Panamá
Compañera
 
Existen veredas revueltas en la noche
que insisten en adentrarnos en un muro
de lamentos, dudas e inconsciencias,
para que en medio de la música habladora,
pudiese llamar lo que quería llamar en realidades.
 
No me hace más de ese juego de la Aurora,
sin una virtud, ni un canto, ni un suspiro,
que sólo desfilaría en un sentido
si existiese un alma a lado de la mía
que evocara conmigo, desde lejos, desde adentro.
 
Y si quisiese amar la vida sin barreras,
comprometer mi vida, en muchas vidas, sin fronteras,
sólo poseer a una musa que en mi alcoba
y a mi lado me dijera: “el amor hacia la vida
es la construcción hermosa compartida”.
 
Pero si en medio de obscuros buitres
que llamasen en la hora de las horas,
hubiese un recelo, una duda o una trampa,
acertijos que nos conducen al infierno,
¡renacerá siempre el amor como una arma levantada!
 
Mas para lograr aquello, lo buscado,
sólo existe un camino: Las Verdades,
que conduzcan al hombre profundizado,
en su plena conciencia – amor como motora –
que transforme dos almas flageladas
en una verdadera columna de la historia…
  De“En la Hora del Crepúsculo”, Editorial CIEN, Panamá, 2002.
 
 
Marco Antonio Flores
Guatemala – 1937
Antropología
 
Cuando entro en tu cuerpo,
me invade la nostalgia
de la especie.
En: Marco Antonio Flores – Poesía Completa – FyG Editores, Guatemala, 2010 -(De: Un ciego Fuego en el Alma)
Jonatan Márquez
San Antonio de Padua, Argentina
Sombra
Lavo mi sombra
la mejor de mis sombras
            la cuelgo como nadie
            y vuelvo tranquilo a la cama
Ella   equilibrista de la piel
hamaca sus penas
      dobla la luz
su corazón de goma
y todavía colgada
se duerme de a poco
patalea en el aire
babea las estrellas
 
espera la mañana
                       y no la espera
junta el abismo con sus sueños
le nacen lagañas en el alma
                       y el sol no viene
Mientras tanto  ella  se ama con el viento
besa con fuego y con piedras
dice toda la ternura y cruje vencida
Después   un rato después
se queda sola de nuevo
se descuelga y camina
entra en mi cuarto
          atraviesa el silencio
la niebla
          corre la cortina
discute con el sol
Ella  trepadora de mis ojos
se vuelve lágrima.

  Tomado de La Bodega del Diablo- año 9, edic.87
 
 
 
Paul Eluard
Francia – 1895 - 1952
Ser
Con la frente como una bandera perdida
te arrastro cuando estoy solo
por calles heladas
por cuartos negros
proclamando infortunios
No quiero abandonar
tus manos claras y complicadas
nacidas en el encerrado espejo de las mías
Todo lo demás es perfecto
todo lo demás es todavía más inútil
que la vida
Excava la tierra bajo tu sombra,
un estanque junto a los senos
donde hundirse
como una piedra.
Versión de Luis A. Cano
Leonardo Martínez
Catamarca, Argentina - 1937
Mi tío el chalán
 
Caballo y hombre eran uno
Apenas un gesto
conseguía del potro la respuesta
Bufido corcovo inclinación de cabeza
trote corto o rápido
galope largo vueltas consecutivas
o rodillas en tierra para montarlo fácil
Era el chalán de más nombre por esas tierras
persuasivo y mañoso
semblanteaba lindo
Sola su alma siempre
Sin ser mudo no usaba palabras
Lengua inútil
capaz de imitar los sonidos y el canto
de animales insectos y aves
Uno más entre ellos
Uno más de ellos
Por eso su muerte
fue un ir al monte a buscar reparo
como quien recuerda
el sitio de su realeza
De: Los ojos de lo fugaz- 2009
 
 
 
Qassim Haddad
Bahrain – 1948
Como el blanco
Del azul salen innumerables gorriones
transportando en sus picos pañuelos hilarantes
Del lila brotan lunas
que bostezan de insomnio
lavando sus mejillas con agua del despertar
y se entregan al trabajo
Desde el lapislázuli se precipitan los sueños
de pueblos activos
que ensillan los caballos del sobresalto
e inician el cumplimiento de la obra
Desde el rosa se pavonea el deseo
doblando las banderas de la vergüenza
Extendiendo las oriflamas del rojo
Imponiendo la regla
Y yo
de la alegría de tus ojos
nazco
como la leyenda
Doy vuelta
y no hallo más que arenas palpitantes
como un bosque de ramas entre la tempestad
Y cuando me asaltan tus llantos
me arrastra la creciente
ni los bajeles ni las costas
me contienen
me desvanezco por ti
como el blanco desvanece por los colores
 
 
Alejandro Drewes
Buenos Aires, Argentina - 1963
Un paisaje
Ni el tiempo sobra ni la carne espera
Jon Juaristi

Sabes, hubo en tiempos aquí
bosques tan erguidos, bosques
como inmóviles flechas
y entre ramas nuevas
se abrigaba el canto
de pájaros de oro: era el alba
Hubo una vez un remoto lugar
y un paisaje tan verde, unos años
grabados en la memoria dañada
de la tribu. Pero al cabo no engaña
el signo crepuscular de la hora
ni vuelve atrás el flamígero viento
infinito que sopla y que pasa. Todo
es la mísera raíz de cuanto ha sido,
todo arena o ceniza deste yerto paisaje.
 
 
 
César Bisso
Santa Fe, Argentina - 1952
Intervalo fugaz
 
Hendiduras ennegrecidas
por donde huye la luz.
Ojos devanan cielo y tierra,
veneran la noche.
La brisa presagia el límite,
su gemido medra los árboles.
 
Bajo esta levedad
la palabra
en sueños quiebra
y transmuta mi pena.
 
Evoco tu sumisión a la lluvia.
Es reto del destino, decías.
 
Voy con ella.
a Rosa Furini.
Pedro Du Bois
Brasil
Hóspedes
 
Hóspede na inutilidade perco
a paciência em obviedades:
ao responder anseios interiores
rasgo paredes com palavras
alarmadas ao milagre e refaço
a noite divulgada ao acaso: junto
o teor do expediente e o declino
em versos: no inverso da jornada
esqueço a escala crescente
das necessidades:
 
hospedo a maldade
ultrapassada.
 
Sobram cicatrizes em calosidades:
esquecer ainda é o maior mistério.
Kofi Nyidevu Awoonor
Wheta, Ghana - 1935
volviendo a casa
 
Muy
marcado
en el margen de nuestra vida
así está, el alado y desesperado anhelo
quema y sostiene
siempre.
El eterno dolor se resuelve
en el ojo inflamado
en el corte del codo.
Dios nos observa.
No buscamos más
que la belleza singular
de la victoria
y la muerte
la muerte extermina
los rojos rubores de la rosa
la curvatura del cuello del cardo
los anillos en el árbol del desierto.
Por eso ahora rechazo la muerte
contraproducente
terminal y mortífera
escojo más bien las colinas
y el mar cercano.
 
 
 
 
Ricardo E. Molinari
Buenos Aires, Argentina – 1898 - 1996
Nao de amores
A Alfonso Reyes
Ya estoy harto de mar, de gente, de cielo;
de muerte, si Dios quiere.
Nadie podrá arrancarte de mí, sombra de sueño,
porque tengo pegada en el pecho toda tu noche
de pasión horrible.
Dentro de días estaré en la llanura
para cubrir mi corazón de polvo,
el aire de arena. Nuestra sola muerte
olvidada en un paraíso seco.
(Si pudiera encontrarte. Si pudiera bajar a Río, esta noche;
andar por las calles oliendo las hojas gruesas de los árboles;
abandonarme en la tierra hasta llenarme de piojos. Distraído.)
No quiero mi idioma, mi otra vida; no quisiera
llegar nunca. Volver si fuera posible
Magoas.
Esta noche ¡así! desprendido totalmente;
vuelto, devuelto, perseguido: ajeno mío
sin quererme. Caído en otra voz,
resbalado.
Mi corazón negándose al polvo,
ya detrás de tu cuerpo, del aire desterrado.
Bahía de Río de Janeiro, 25 de abril de 1933
María del Socorro Soto Alanís
Durango, México - 1957
Cordillera americana
 
Porque juntos habremos de formar
la Nueva Arcadia
donde los ríos acaudalados
cubran a nuestro hijos
 
Para que la patria se extienda
desde la cordillera chilena
hasta el Valle del Anáhuac
y el canto del cóndor
inunde al mundo
 
Hay una nostalgia marina
que recorre el continente
murmullo andino que canta:
¡sobrevive!
¡levántate y resiste!
 
Deja atrás la pesadilla
el horror sembrado por las botas
recuerda tan sólo al esmeralda
que cubre tus montañas
 
Cuando te expulsaron de tu propia tierra
no previeron
que el nomeolvides
se vendría en el bolsillo
la madreselva en los zapatos
y la poesía de Neruda en cada célula
 
Desde Mesoamérica
le canto a Allende
salvador de nuestra Patria Americana
fue inútil que las balas te cruzaran
porque el fuego incendia las nostalgias
 
Una quena toca no sé donde
por su herida brotan los recuerdos
un olor a bosque invade el hemisferio
utopías, luchas cotidianas
 
¡Malditos!
Cuando metieron a la cárcel las ideas
ellas se revelaron ante el acero
le rompieron la cara al miedo
y de entre los barrotes
surgió la resistencia
No pudieron matarlos con los tanques
porque su corazón lo escondieron en la mina
y a todo el continente
nos cubrió su angustia
 
Hermanos del salitre
de la uva
del charango
os quiero dejar hoy estas palabras
 
De: 7 Poetas Mexicanos (1940 - 1960) -Selección de Mario Meléndez - Proyecto Patrimonio – 2009- www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura dirigida por Luis Martinez S.
 
 
 
 
 
Robinson Marín Valderrama
Bogotá, Colombia
Maga
 
Se ha perfumado para Él
Desde temprano
En voz alta
Ora mientras gime
El tono
tras la ropa
la formidable estancia
en el rincón de la memoria
la escalera
el significado del cuerpo
y las palabras
el orden nuevo de las cosas
lo inimaginable
y aquello por supuesto
Que se ignora
Ella
eso que se enreda
En el cabello
El pliegue de una falda
Traída
Sin saber
Justo para eso
Tan abierta
El jugo de luna en la almohada
El destino
La navaja
Que compone
Una vieja cuchillada
Tras su piel
En la noche
La luz oculta,
la línea
no trazada por la sombra
Lo aprendido.
Otra vez
La gatita en el journal.
 
 
 
João Luís Barreto Guimarães
Portugal - 1967
 
vamos então falar de árvores antigas abrigos e
outros ventos. olá: diz-me o teu nome (se quiseres)
tenho dois ou três pensamentos (nunca mais que)
penso já em escrever o romance das brisas húmidas.
uma vez li um poeta que dava vida aos castelos
ensinou-me: pequenos cheiros à margem dos
sentidos não te prendas à noite (a visão mais
perfeita do mar é tomada do cimo das falésias).
queria agora acrescentar-me a ti mas (sabes?:)
faço destas linhas a eternidade algo assim
como o diálogo (nosso) entre o corpo e o riso
resta ficar dentro dos dias. é verdade: de que
me querias falar? perdoa mas a manhã está-se
a esgotar (não tenho tempo: a perder)
Eugenio de Andrade
Portugal - 1923 - 2005
Canção
Tu eras neve.
Branca neve acariciada.
Lágrima e jasmim
no limiar da madrugada.
Tu eras água.
Água do mar se te beijava.
Alta torre, alma, navio,
adeus que não começa nem acaba.
Eras o fruto
nos meus dedos a tremer.
Podíamos cantar
ou voar, podíamos morrer.
Mas do nome
que maio decorou,
nem a cor
nem o gosto me ficou.
 
José María Valverde
Valencia de Alcántara, España - 1926 - 1996
La rueda de la finanza
 
Primero fue la rueda modesta de las cosas:
un huevo por un pan, diez panes por un cántaro.
Luego se coronó una cosa entre todas:
el oro, con su esposa lunar, la plata triste.
Y el giro se hizo largo y potente: de lejos
llegaban caravanas hasta algún hombrecito
mágico, que en sus cuevas lo trasmutaba todo.
Pero con la alegría se azuzó más el baile:
palabras, juramentos, cartas, declaraciones
como de amor, valieron por los lejanos bienes:
sin ver, se recibían, se cambiaban los campos.
Creyó el hombre en el hombre, y reinó la confianza;
se vendió el porvenir, en fe multiplicado.
Al llegar el verano madurando los trigos
ya estaba bien gastado su valor varias veces:
a cuenta de las mieses que vendrían, ya habían
surgido casas; telas adornaban más cuerpos;
cunas mecían nuevos niños para esa harina.
Y al posarse, esa magia, esa embriagada ronda
era verdad: por leves papelitos firmados,
las cosas engendraban más cosas con el hombre:
por la palabra, el mundo se volvía infinito.
La conquista de este mundo (1960).
 
 
Antonio Preciado
Esmeraldas, Ecuador - 1941
Historia
Correteaba la miel; pero ese día
el fusil
me dieron en la línea animal
del espinazo,
y desde entonces ando
de rencor en rencor,
de guerra en guerra,
con un fusil alerta entre las manos.
Gunter Grass
Danzig –(Gdansk), Polonia - 1927
En el huevo
 
Vivimos en un huevo.
Hemos cubierto su interior
de dibujos obscenos
y garrapateado los nombres de nuestros enemigos.
Nos están incubando.
Quienquiera que nos incube
incuba también nuestro lápiz.
Cuando rompamos la cáscara un día
nos haremos una idea
enseguida de quien nos incuba.
Suponemos que nos incuban.
Nos imaginamos un ave bonachona
y escribimos trabajos escolares
sobre colores y raza
de la gallina que nos incuba.
¿Cuándo romperemos la cáscara?
Nuestros profetas del interior del huevo
discuten, por un sueldo medianejo,
sobre el período de incubación.
Suponen un día X.
Por aburrimiento y necesidad auténtica
hemos inventado las incubadoras.
Nos preocupa mucho nuestra descendencia en el huevo.
Con gusto recomendaríamos nuestra patente
a quien nos guarda.
Tenemos un techo sobre nuestras cabezas.
Pollitos seniles,
embriones que saben idiomas,
hablan el día entero
y todavía discuten sus sueños.
¿Y si no nos incubaran?
¿Si nunca se hiciera un agujero en esta cáscara?
¿Si nuestro horizonte fuera sólo el horizonte
de nuestros garabatos y no dejara de serlo?
Confiamos en que nos incuban.
Aunque si hablamos sólo de incubaciones
hay que temer también que alguien,
fuera de nuestra cáscara, sienta hambre
y nos eche a la sartén, sazonándonos con sal...
¿Qué haremos entonces, mis hermanos de dentro del huevo?
 
 
 
 
Biancamaria Frabotta
Roma, Italia - 1946
 
Tú, a quien los mudos enseñaron a hablar
a atajar los golpes de los cuerpos inertes
a lanzar desde el muelle de los sueños inciertos
el barquito de los niños de invierno
pecezuelos pescados en el turbio
remolino de un amor inútil
a mantener el juego, eludir el yugo
de nuestros humanos pesos invisibles
tú me enseñaste a hablarle a las paredes.
 
 
 
Miquel Martí I Pol
Catalunya, España - 1929 - 2003
He amado mucho y mucho amo todavía...
 
He amado mucho y mucho amo todavía.
Lo digo alegre y hasta un poco sorprendido
de un amor tal que todo clarifica.
He amado mucho y amaré mucho más
sin ninguna clase de miramiento ni trabas
que me escatimen el hondo placer
incomprensible para mucha gente.
Lo digo alegre: he amado mucho y mucho
he de amar. Quiero que todos lo sepan.
Desde la altura clara de este cuerpo
que me hace eco o me responde
cuando el deseo reclama plenitudes,
desde la intensidad de una mirada
o bien desde la espuma de un solo beso
yo proclamo mi amor: el legítimo.
De "Amada Marta"- Versión de Adolfo García Ortega
 
 
Jorge Castañeda 
Río Negro, Argentina
La médula del río 
XIV 
FACSÍMIL TRIPARTITO DEL TIEMPO
y consuelo feroz en el antisigno,
molécula terrible y triste en todo pleamar. 
 
XV 
NUESTRO RÉQUIEM
Ajustado a las lenguas de las bóvedas,
Intercepta el murmullo de la nieve
Entre arenas abultadas a la solemnidad de la ley,
TU – KA
TU – KA
Tuka blindada en la boca de muerte lenta
Abominable cabellera, atormentada, sin brazos,
Espejo cubierto a la memoria de mi padre. 
 
 
 
Daniel Giribaldi
Nueva Pompeya, Argentina – 1930 - 1984
 
Yo soy aquel que ayer nomás batía
el verso mugre y la emoción ranera,
el que casi amasija a una ramera
que un mate le cebó con agua fría.
 
El que quilombizó la taquería
la vez que cayó en cana en la Tercera,
cuando escribió en una pared fulera:
"Quevedo volverá. La poesía".
 
El penacho y la trompa de la rima,
el que apiló palabras a destajo,
el que en la vida fue bordona y prima
 
y al fin de la jornada de trabajo,
siente que el mundo se le viene encima
y canta un mundo que se viene abajo.
 
Miguel Ángel Asturias
Guatemala - 1899 - 1974
Cantata

 
¡Patria de las perfectas luces, tuya
la ingenua, agraria y melodiosa fiesta,
campos que cubren hoy brazos de cruces!
 
¡Patria de los perfectos lagos, altos
espejos que tu mano acerca al cielo
para que vea Dios tantos estragos!
 
¡Patria de los perfectos montes, cauda
de verdes curvas imantando auroras,
hoy por cárcel te dan tus horizontes!
 
¡Patria de los perfectos días, horas
de pájaros, de flores, de silencio
que ahora, ¡oh dolor!, son agonías!
 
¡Patria de los perfectos cielos, dueña
de tardes de oro y noches de luceros,
alba y poniente que hoy visten tus duelos!
 
¡Patria de los perfectos valles, tienden
de volcán a volcán verdes hamacas
que escuchan hoy llorar casas y calles!
 
¡Patria de los perfectos frutos, pulpa
de paraíso en cáscara de luces,
agridulces ahora por tus lutos!
 
¡Patria del armadillo y la luciérnaga
del pavoazul y el pájaro esmeralda,
por la que llora sin cesar el grillo!
 
¡Patria del monaguillo de los monos,
el atel colilargo, los venados,
los tapires, el pájaro amarillo
 
y los cenzontles reales, fuego en plumas
del colibrí ligero, juego en voces
de la protesta de tus animales!
 
Loros de verde que a tu oído gritan
no ser del oro verde que ambicionan
los que la libertad, Patria, te quitan.
 
Guacamayas que son tu plusvalía
por el plumaje de oro, cielo y sangre,
proclamándote va su gritería...
 
¡Patria de las perfectas aves, libre
vive el quetzal y encarcelado muere,
la vida es libertad, Patria, lo sabes!
 
¡Patria de los perfectos mares, tuyos
de tu profundidad y ricas costas,
más salóbregos hoy por tus pesares!
 
¡Patria de las perfectas mieses, antes
que tuyas, júbilo del pueblo, gente
con la que ahora en el pesar te creces!
 
¡Patria de los perfectos goces, hechos
de sonido, color, sabor, aroma,
que ahora para quién no son atroces!
 
¡Patria de las perfectas mieles, llanto
salado hoy, llanto en copa de amargura,
no la apartes de mí, no me consueles!
 
¡Patria de las perfectas siembras, calzan
con hambre de maíz sus pies desnudos,
los que huyen hoy, tus machos y tus hembras!
 
 
Malcolm Lowry
Liverpool, Inglaterra - 1909 - 1957
El barco está volviendo a casa
El barco está volviendo a casa ahora.
El patrón intenta leer pero sueña en el hogar.
El viejo paleador duerme, el motor petardea.
Las luces están dispuestas para iluminarnos desde el pasado.
Hasta un próximo futuro tan poco misterioso como este mástil
Con hierro y lo que el hierro ama del reino que llega.
¡Paciente hierro! Pero, más allá del palo mayor, silenciosa
Oscuridad, o el girar de parpadeantes formaciones de estrellas
A la deriva en un blanco océano de dudas.
Quizá este vagabundo ondula hacia el porvenir
Que ensombrece al océano menos que el odio
En las mentes de marino. ¿Esa estrella es amargura
Entre estrellas de amor? ¿Este carguero lleva a la eternidad?
¿Adónde vamos? Vida sálvanos a todos.
De El Rugido del Mar y la oscuridad
 
Leticia Herrera
Michoacán, México
Receta
 
Luego del beso
                      cerrar la puerta
quedarse dentro
No amedrentar la duda
ni todas las preguntas
Mirar una guitarra mutilada
botellas vacías
y seguir a la caza de la respuesta propia
Ametrallar los días con el miedo
y confesar el llanto estando a solas
Estrellarse en el muro
una vez más
y otra
hasta verlo caer
     De: Ver al volar, Mèxico, 1988
 
 
 
Sergio Hernández
Chile – 1931 - 2010
En mi árbol…
 
En mi árbol de hojas desoladas
acumula el crepúsculo
sus últimos pájaros.
Casi está aquí la noche,
ella regresa siempre
pero tal vez tú nunca vuelvas.
 
Dispersos por el mundo,
no volveremos a encontrarnos
y a quién preguntar por ti
si conocí mejor tus ojos
que tu nombre;
si hablaron más tus labios
que tus propias palabras.
 
Tu recuerdo es tan vivo
que casi no me haces falta. 
 
Margarita Laso
Quito,Ecuador - 1963
Sangre fría
 
I
 
Es un cajón de 90 x 90 x 90.
En él se exhibe la espléndida pitón.
Carnívora de bronce y estaño.
No oye a su mandíbula elástica quebrantar
los huesos calientes de su comida.
 
Está enroscada sobre su lujuria.
Sorda y satisfecha.
No puede estirarse pero sus anillos de serpentina
helados se tocan como presas.
Espera su merienda.
Por medio de una persiana
un ratón de blanco impecable
ha sido llamado a esta cena.
Será tragado sin que medie de cascabel o crótalo
advertencia alguna.
Sin que una orquesta de metales le despida.
Sin una danza funeraria.
 
El público está atento al momento del asalto.
El ratón merodea con unos saltímetros
esos pasitos que da en la epidermis el escalofrío.
Sus bigotes transparentes pronto temblarán
de una vez para siempre.
 
II
 
También yo
como la gorda constrictora
gozaré en la quietud estos banquetes.
Cada vez mis glándulas termo-sensibles me dirán
si has venido a lucir tu miserable gabardina
tu cola aguzada de escalpelo.
Si has venido quizás a llevarte la piel que mudo
o acaso
a mirarte en las placas y escudos de mi cuerpo.
 
¿No ves que tendrías que limar mis escamas?
¿Que arrancarme un colmillo?
 
III
 
Ven pues
que toda yo soy brazo que abrasa y destroza.
Y antes de engullirte
sabrás volar
con la sustancia tóxica que traigo en mi saliva.
Sabrás meterte en cintura.
Y engrosarme.
 
Ven
que notarás que soy ciega y siseo.
Que toda yo soy cuello y talle.
Que soy una víbora modesta.
 
Ven ratón que he perdido la línea.
Pero no el apetito.
Y tampoco el veneno.
 
De Los lobos desarmados (2004)
De: 10 60 90- 10 poetas ecuatorianos de los 90s (nacidos en los 60s)- K-Oz Editorial
 
Enrique Lihn
Santiago, Chile – 1929 - 1988
Si se ha de escribir correctamente poesía
 
Si se ha de escribir correctamente poesía
no basta con sentirse desfallecer en el jardín
bajo el peso concertado del alma o lo que fuere
y del célebre crepúsculo o lo que fuere.
El corazón es pobre de vocabulario.
Su laberinto: un juego para atrasados mentales
en que da risa verlo moverse como un buey
un lector integral de novelas por entrega.
Desde el momento en que coge el violín
ni siquiera el Vals triste de Sibelius
permanece en la sala que se llena de tango.
Salvo las honrosas excepciones las poetisas uruguayas
todavía confunden la poesía con el baile
en una mórbida quinta de recreo,
o la confunden con el sexo o la confunden con la muerte.
Si se ha de escribir correctamente poesía
en cualquier caso hay que tomarlo con calma.
Lo primero de todo: sentarse y madurar.
El odio prematuro a la literatura
puede ser de utilidad para no pasar en el ejército
por maricón, pero el mismo Rimbaud
que probó que la odiaba fue un ratón de biblioteca,
y esa náusea gloriosa le vino de roerla.
Se juega al ajedrez
con las palabras hasta para aullar.
Equilibrio inestable de la tinta y la sangre
que debes mantener de un verso a otro
so pena de romperte los papeles del alma.
Muerte, locura y sueño son otras tantas piezas
de marfil y de cuerno o lo que fuere;
lo importante es moverlas en el jardín a cuadros
de manera que el peón que baila con la reina
no le perdone el menor paso en falso.
Quienes insisten en llamar a las cosas por sus nombres
como si fueran claras y sencillas
las llenan simplemente de nuevos ornamentos.
No las expresan, giran en torno al diccionario,
inutilizan más y más el lenguaje,
las llaman por sus nombres y ellas responden por sus
nombres
pero se nos desnudan en los parajes oscuros.
Discursos, oraciones, juegos de sobremesa,
todas estas cositas por las que vamos tirando.
Si se ha de escribir correctamente poesía
no estaría de más bajar un poco el tono
sin adoptar por ello un silencio monolítico
ni decidirse por la murmuración.
Es un pez o algo así lo que esperamos pescar,
algo de vida, rápido, que se confunde con la sombra
y no la sombra misma ni el Leviatán entero.
Es algo que merezca recordarse
por alguna razón parecida a la nada
pero que no es la nada ni el Leviatán entero,
ni exactamente un zapato ni una dentadura postiza.
 
"Siempre que afloran los prejuicios étnicos o nacionales, en tiempos de escasez, cuando se desafía a la autoestima o vigor nacional, cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea. Tiembla su pequeña fuente de luz. Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse". Carl Sagan
Ma. Alejandra Castellanos Briceño
Lima, Perú
 
Tallada a tus caprichos
hundida
en la orilla
de tus carnes,
he dejado mi piel
para seguirte,
en la temporalidad
de tus espacios,
de tu celestial
hermosura,
de tus manjares
almaribados,
y tus inagotables
venturas.

De : Dulces Revelaciones -2010
 
 
Alexis Díaz Pimienta
Cuba
La pesquisa
 
Tito Valerio Tirus ya no regresará a Roma.
La arena se tragará sus sandalias y su miedo.
Tito Valerio Tirus no quiso regresar,
agradeció la espada allí, en su vientre,
atravesándolo como la voz de Cristo.
Aquel falso cadáver hubo que incinerarlo
y los celotes no resucitarán,
de lo contrario, Tito Valerio no habría tenido esperanzas,
no hubiera enviado sus mensajes al César.
Ahora la arena sepultará su cuerpo
y ya nadie hablará del Enviado,
de él, que tampoco tendrá resurrección.
Pobre Tito Valerio, tanto que Cristo lo quería
y ha muerto ignorándolo.
Debió aceptar las palabras de María Magdalena
y quedarse sanando leprosos con su túnica falsa.
Sólo que entonces vaciaría el corazón de todos
y otra crucifixión no sería posible.
Ayúdalo, Tifonios, a morirse.
Ayúdalo, Jesús, a reencontrarse.
Tito Valerio Tirus ha muerto amando al prójimo:
«Ave, Jesús, los muertos te saludan.»
Tito Valerio Tirus ha muerto sin hallar
el cadáver de Cristo:
"En el nombre del César, del César,
del Espíritu César. Amén."
En. "Cuarto de mala música".
 
 
 
 
 
 
 
"El usurero hace ahorcar al falsario. Los pequeños vicios traslucen a través de los andrajos de la miseria; más las finísimas pieles y los trajes de seda lo ocultan todo. Dale al vicio un broquel de oro y la espada de la justicia se quebrará contra el, sin mellarlo; pero cubre su broquel con andrajos y un pigmeo lo atravesará con una simple paja". William Shakespeare, El Rey Lear
 
Angye Gaona
Bucaramanga, Colombia - 1980
Cuando la guerra
Vas a mañana o a morir
Eunice Odio
No provoques al león
que reposa en su campo.
¿Qué podría implicarte
su gesto lento,
su verdad calma?
Si no puedes resistir esa,
tu inclinación de más,
y buscas un león que sirva
su propia cabeza en tu mesa
y sólo un par de garras,
las tuyas,
admites en tierra,
nada podrá guarecerte de esa,
tu intención de más,
y alguna trampa,
algún águila mecánica traerás
para cazar al león.
Reina el león
aunque lo enjaules
y lo lleves lejos de sí
a rugir a tus circos,
a esconder sus garras en tus fábricas,
a desatar la ira de las bestias del Sol
que atesoras en las bóvedas.
Reina el león y reina la espada,
único arbusto que crece silvestre
en las tierras del león,
que no te será dado exterminar
aun si ordenases manar fuego
a tu garganta.

de” Nacimiento volátil”
 
 
Moravia Ochoa
Panamá
Sonetos con omisiones
2.
No hay murmullo al acaso ni hay la queja
te recuerdo y no cesa el recordar
mojada  el agua viene a cortejar
espacios lejos, la nostalgia vieja
Entonces llueve, fruta de lamento
el año ruge como un animal,
bùscote humano , búscote mi igual
oh descanso piadoso sin tormento
Aguas arriba te diré lo que eres
vida  vibrante , acogedor sosiego
que me eligió entre todas las mujeres
Ay esta fruta la que aún perdura
en mi alma que firma sobre el fuego
la nostágica luz de su ternura
Del libro inédito: Aquel olor vestido de Violetas-( Cuba, 1995)
Eugenio Montejo
Caracas, Venezuela - 1938 - 2008
El ánfora
 
Cuerpo que pasas con el tiempo dentro,
henchido de horas en las venas,
de incontables minutos llenándote las manos
para asir tu deseo.
 
Cuerpo vestido de ánfora sedienta
para llenarte de años, meses,
para cubrirte de efímeras espumas
en los relojes de un mar que no te sacia.
 
El dios amante que dio a tu arcilla forma
al modelarte boca, senos, ojos,
el que en tu pubis puso pétalos
y en tu risa relámpagos de gracia,
colmó de música tu cántaro
y de tiempo tu sangre,
del  tictac que celebra a tu paso la vida
en el girante milagro de la tierra.
 
 
 
 
Adélia Luzia Prado Freitas
Divinópolis, Brasil –1935
Seducción
La poesía me atrapa con su rueda dentada,
me fuerza a escuchar inmóvil
su discurso esdrújulo.
Me abraza detrás del muro, levanta
la falda para que yo vea, amorosa y loca.
Sucede algo malo, le digo,
también soy hijo de Dios,
me deja desesperar.
Ella responde pasando
la lengua caliente por mi cuello,
habla palo para calmarme,
habla piedra, geometría,
se descuida y queda suave,
aprovecho para zafar.
Yo corro ella corre más,
yo grito ella grita más,
siete demonios más fuerte.
Me agarra la punta del pie
y llega hasta mi cabeza,
haciendo surcos profundos.
Es de hierro la rueda dentada de ella.
Traducción de Diana Bellesi
 
 
 
Antonio Sequeira
Florencio Varela, Argentina
Por María Elena
 
Silencio.
Que el mundo por favor
haga silencio,
que se ha dormido una poeta.
 
Blanca Castellón
Managua, Nicaragua
Trópico
 
El eco lógico
de las frutas en estación
 
milésima estación
 
cae de rodillas
el ceibo
el roble
 
sangra el pino
palidece el madroño
 
no hay madera
 
para calentar
una buena razón
 
que vamos hacer
para refrescar la mañana
 
hace calor en la cima
de la montaña calva
 
la naturaleza muerta
 
los niños hambrientos
en los retratos
 
anuncian el final
 
se dispersa el agua
se va
 
se hace lagrima en presente.
En “area verde” del libro inédito “Viaje Aleatorio”
 
 
 
Arturo Corcuera
Trujillo, Perú - 1935
Canción de la espera
 
Granito de mi cariño
-siembrita del corazón
cuándo darás tu cosecha,
cuándo tu primera flor
 
La quiero como a la lluvia
para mi surco de amor;
la semilla de mi ruego
germinará en su querer
 
Sus labios de limón dulce
me tendrán que responder,
el riego de mis canciones
los tendrá que madurar.
 
No habrá rayo que destruya
la espiga de mi cantar
ni montaña que detenga
el río de mi pasión.
 
Granito de mi cariño
-siembrita del corazón
cuándo darás tu cosecha
cuándo tu primera flor.
Cantoral, Lima 1953.
 
 
Jaime Huenun
Chile - 1967
Cisnes de Rauquemo
 
Buscábamos hierbas medicinales en la pampa
(limpiaplata y poleo, yerbabuena y llantén).
El sol era violeta, se escarchaban los pastos.
Bajaba el Rahue oscuro, ya sin lumbre de peces.
Oímos mugir vacas perdidas en la Vega,
y el ruido de un tractor camino a Cancha Larga.
Llegamos hasta el río y pedimos balseo,
un bote se acercó silencioso a nosotros.
Nos hablaron bajito y nos dieron garrotes,
y unos tragos de pisco para aguantar el frío.
Nadamos muy ligero para no acalambrarnos.
La neblina cerraba la vista de la orilla.
En medio del junquillo dos cuerpos de agua dulce,
blancos como dos lunas en la noche del agua,
doblaron sus dos cuellos de limpia plata rotos,
esquivando sin fuerza los golpes y el torrente.
Cada uno tomó un ave de la cola o las patas
y remontó hacia el bote oculto entre los árboles.
Los hombres encendieron sus linternas de caza
y arrojaron en saco las presas malheridas.
Nos marchamos borrachos, emplumados de muerte,
cantando unas rancheras y orinando en el viento.
En mitad de la pampa nos quedamos dormidos,
cubriéndonos de escarcha, de hierba y maleficios.
de Ceremonias
 
 
Elsa Fenoglio
Haedo, Argentina
El Banquete
 
Escucha el violín
hiedra voraz
que se destila
en el lagar de la noche.
 
Escucha el violín
y en el túnel solemne
del silencio
el parpadeo del del allegro
le delata las alas
de un ángel despierto.
 
Escucha el violín
y abraza a su sombra
como ardiente amante
que descubre la desmesura
del banquete.
 
 
 
La poesía que nada dice, dice eso: nada.
También la ausencia grita.
creo en la existencia de un mal poema
pero sospecho de la existencia de la mala poesía.
Y a veces de la buena.
Chelo Candia (dibujante, artista plástico, Argentina)
Fayad Jamis
Zacatecas, México – (Cuba) - 1930 - 1988
Contémplala: es muy bella, su risa golpea
 
Contémplala: es muy bella, su risa golpea
la costa,
toda de iras y espumas. Pero no intentes
decirle lo que piensas. Ella está en otro mundo
(tú no eres más que un extranjero de sus ojos,
de su edad)
Dile, en todo caso, que te gustan sardinas fritas,
sobre todo una tarde en que llueve un inolvidable
vino blanco. Háblale del hermoso fuego
de tu patria.
 
Ella es clara y oscura como la lluvia
en que reina
su ciudad. Sus ojos se detienen en un punto
movedizo
entre la estaci
ón del amor y un tiempo
imprevisible.
Claro que a veces olvidas (por un instante,
es cierto)
tu oficio de notario, y, como ser humano al fin,
te pones a hablar líricamente de política.
 
Lo mejor
que puedes hacer es convencerte de que la poes
ía
te completa,
comprobar que has cruzado el lindero del horror
y la angustia,
escribir que una tarde recorriste
la bella ciudad empedrada
para encontrar lo que no podía ser el amor
sino el poco de sueño
que recuerda un gran sueño.
 
Carlos Aprea
Villa Elvira, La Plata, Argentina
El Cajón del Atreuco
 
Malabares
para que el paisaje quepa
en una toma,
la maquinita digital
se cayó al agua, ahora
sólo quedan los ojos
para recordar.
De: Pueblos fugaces
Tony Guerrero
Cuba
Martes, 26 de enero de 2010
 
Sucede que la injusticia sigue.
Sucede que llevo caja negra.
Sucede que soy yo quien lo dice.
Sucede que quisiera que me creas.
Sucede que vuelo sin temores.
Sucede que sacudo mis venas.
Sucede que dos soles se cruzan.
Sucede que oscurecen las piedras.
Sucede que el olor no es de campos.
Sucede que mi hora tiene dueño.
Sucede que se unen las paredes.
Sucede que un hermano sonrie.
Sucede que me nace en el pecho
una serenidad y sucede.
De "Un lugar de retiro" escrito en su detencion en "el hueco" (26/1/2010 - 12/2/2010). Ediciones Matanzas, Cuba, 2010
Alejandro Schmidt
Córdoba, Argentina - 1955
Última palabra
Ni en París con aguaceros
ni pidiendo más luz
o morir mirando lejos
las últimas palabras
¿a quién?
La muerte
nunca
escucha nada.
 
 
Constantino Mpolás Andreadis
Buenos Aires, Argentina
10- Campo de batalla
 
y cómo convivieron
si acaso las palabras
en una españa altiva el porque sí
y en la otra mano rota el porque no
iglesias desnudadas por el tiempo
ah el cucurucho nerudiano
maupassant y su sombrero de copa
cuando sarmiento como un bárbaro
la larva la leva el candor
como una
moraleja ese
cilicio o viento
adverso o
enfática herradura entre la
peluca y
el cartón
pintado el guante
caído la huella
fresca o sea el rocío o una
mano de
nadie la arquitectura como
falso río moneda de una moda a
otro diluvio desde aquella
implacable impoluta paloma
de: 20 poemas para empezar el día.
 
 
 
 
Isla Negra
no se vende ni se compra ni se alquila,
es publicación de poesía y literaturas.
Isla Negra es territorio de amantes, porque el amor es poesía.
Isla Negra también es arma cargada de futuro, herramienta de auroras repartidas. Breviario periódico de la cultura universal. Estante virtual de biblioteca en Casa de Poesía.
 
 
Isla Negra en el Directorio Mundial de la Poesia - www.unesco.org/poetry
... porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más... “-Sancho. (Quijote, 11, cap. 74.) Miguel de Cervantes Saavedra


Venerd́ 28 Gennaio,2011 Ore: 15:21
 
 
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